La escultura moderna de Rumania

 

Constantin Brancusi fue uno de los escultores y fotógrafos más reconocidos del siglo XX. Es considerado uno de los pioneros en el arte abstracto, sobre todo en la escultura. Este gran artista, que comenzó haciendo tallas en madera en su país de origen se convirtió en referente de la escultura moderna europea del siglo XX.

Constantin Brancusi

Constantin Brancusi nació en el año 1876 en Rumania. Provenía de una familia numerosa y religiosa que se dedicaba al pastoreó. Brancusi no tuvo estudios formales tuvo que aprender de lecto escritura sólo y no fue hasta que fue descubierto con sus tallas de madera que pudo estudiar bellas artes gracias a una ayuda particular. Desde allí, comenzó a estudiar formalmente arte y se convirtió en uno de los más grandes escultores y fotógrafos modernos de su época. Radicado desde 1904 en París, no ha de sorprender las tres grandes influencias que tuvo su estilo: el arte africano, Rodin y Modigliani. Desde allí, y con estos maestros y estilos escultóricos tan modernos y distintos a lo habitual, Brancusi desarrolló una escultura distinta, simétrica, lineal, moderna y sencilla. Al igual que en la fotografía, empezó a buscar nuevas formas de mostrar la realidad y despertar los sentidos sin por ello abandonar la estética. Sus esculturas fueron realizadas en piedra, bronce y otros materiales.

Al morir, legó toda su obra al Gobierno Francés. Brancusi fue reconocido mundialmente por su obra. Por tal motivo vale la pena reparar en algunas de sus obras.

El Beso

El Beso de Brancusi es una escultura realizada en piedra por este artista durante el año 1907, es decir a los pocos años de haber llegado a París. En esta escultura que se encuentra hoy en el Cementerio Montparnasse se muestra un hombre y una mujer dándose un beso. La forma entre los dos es de casi un cubo, se miran de frente y se abrazan, casi fusionados. El pelo es casi simétrico y entre las dos formas un arco casi perfecto, se observan las facciones muy arcaicas y simplificadas.

No cabe duda de que el beso fue una de las primeras esculturas consideradas netamente modernas, llevada a la abstracción más pura y siendo icono de la modernidad en todo sentido de la palabra. Transmitiendo un poderoso significado de amor basado en dos personajes de “La divina comedia” pero tomando todo lo moderno de su época actual y de su estilo personal. 

Cabe citar otras famosas obras de Brancusi que impactaron fuertemente como por ejemplo La musa dormida, Señorita Pogany, Escultura para los ciegos y El orador entre tantas otras.