En esta obra del año 1957, Remedios Varo pone todo su esplendor surrealista y creativo. Remedios Varo fue una aclamada pintora española que luego de la guerra civil y en los albores de la segunda guerra mundial debió emigrar a la México, país donde finalmente vivió y murió. Allí se consagró como una artista única pudiendo desplegar toda su creatividad y originalidad.
Nació en Angles, España, en el año 1908. Remedios Varo desde joven fue incentivada a estudiar y formarse, codeándose desde joven con intelectuales y artistas como Dalí. Su pasión por el surrealismo fue automática, porque fue un movimiento que supo canalizar su amor por lo onírico, la fantasía y las otras dimensiones. Solía pintar personas alargadas y esbeltas, de piel clara y rasgos finos. Cubiertos en trajes y mantos, representaban personas míticas, brujos, hechiceras y gatos.
La magia y la alquimia eran arte de su filosofía de vida y también su amor por los felinos que consideraba seres de otra dimensión. El “gato helecho” es una obra que esta artista realizo en óleo sobre lienzo.
En este cuadro se observan dos gatos verdes moviéndose libremente por un bello bosque. Los arboles son altos y frondosos y parecen cubiertos por una hiedra que simula el dorado, como si de un bosque encantado se tratar. A su vez unos nubarrones negros cubren la escena por lo alto, y de uno de ellos caen grandes gotones de agua. Los gatos amantes de la libertad, no se percatan del agua. Nada los molesta. Con sus grandes ojos mira al espectador el gato principal. Su pelo no es pelo, son hojas de helecho, por eso su nombre. Esta mimetizado con el bosque, es parte de él. Es uno más y se estira sobre el árbol.
Remedios Varo, desde muy pequeña, fue una gran apasionada de los gatos y los dibujo en diferentes formas en contextos naturales. Para ella, el gato era la más fiel representación de la libertad y de lo místico. Sus ojos eran una puerta hacia otra dimensión y a la vez eran profundos guardianes del hogar que habitaban y sus dueños.
Se cree que este cuadro surgió luego que una amiga de Remedios Varo, Eva Sulzer, le relatara que había tenido un sueño en el que veía un gato cubierto de helechos caminando. Remedios Varo, adepta al surrealismo, plasmó esta escena de manera excepcional y se transformó en esta obra tan conocida de ella “El gato helecho”.