En busca del tiempo perdido es considerada una de las novelas más grandes de la literatura universal. Marcel Proust, su aclamado escritor, logra en las siete partes que componen esta novela construir una obra póstuma a partir de la psicología y los pensamientos de su protagonista. En Busca del tiempo perdido (À la recherche du temps perdu,) es considerada una de las obras cumbre de la literatura francesa y universal.

Marcel Proust (Francia, 1871-1922), escribe esta novela entre los años 1908 y 1922. Esta obra relata la historia de su narrador, un joven sensible perteneciente a una familia burguesa de París de principios del siglo XX. Al igual que Proust, su protagonista aspira a ser escritor, pero constantemente sus objetivos se ven amenazados por las tentaciones mundanas que lo rodean propias del círculo social en el que se mueve:  el brillo de la aristocracia, los chismes, lugares de veraneo de moda, la vanidad, el amor y su resiente descubierta homosexualidad. Pero a la vez, el mensaje en esta obra es que, a contraposición de todo esto, la enfermedad y la guerra, con los que se enfrentará su protagonista ayudarán a que tome conciencia de la extrema vanidad de las tentaciones mundanas y de su aptitud para llegar a ser escritor y ser capaz de fijar, así, el tiempo perdido.

Se trata de una novela de gran riqueza. Desde los temas que trata,  amplios, complejos y variados: el tiempo y sus efectos en la psique de las personas, las relaciones sociales, la homosexualidad, la novela, el teatro, la música, la poesía, la arquitectura religiosa, la lengua francesa y el lenguaje, la amistad, la traición y la vida de la alta sociedad. 

A través de la vida y pensamientos de este joven se plasma en esta novela el estilo Proust. Aunque es difícil encuadrar esta obra en un movimiento o estilo literario, muchos consideran que muchos de sus rasgos principales coinciden con el impresionismo.   Y esto se debe, por sobre todo a la voluntad del autor de abarcar la realidad en todas sus posibles percepciones, la psicología de cada personaje, su lugar social, su cultura, su historia, etc…

Su estilo, único, se compone de frases muy largas, frases que pueden llegar a ocupar media página y más. Toda su obra, caracterizada por esta extensión, complejidad y riqueza literaria e intelectual. Proust era sumamente refinado y culto por lo que su obra esta plagada de numerosas citas y alusiones a otras obras, lugares y personajes históricos.

Y es en este estilo recargado y hasta barroco donde Proust logra construir los más ricos y únicos personajes como el protagonista del tiempo perdido. Recorrer su obra y sus novelas es meterse de lleno en una época y en la psicología, atravesada por todos los tiempos y sutilezas de sus personajes. Sólo una pluma hábil, formada y sensible como la Proust puede lograr esto.