El coleccionista bajo la lupa de Amedeo Modigliani

 

Paul Guillaume no fue cualquier figura en el mundo del arte. Fue una celebridad muy conocida, pero su don no estuvo ligado a su capacidad en la pintura, o en la realización de finas esculturas. No tuvo que ver con la incipiente industria fotográfica o cinematográfica y mucho menos con el mundo de las letras. Paul Guillaume no obstante fue muy conocido por tantos otros artistas de su época, a finales del siglo XIX y principio del siglo XX. Y esto tuvo que ver con que fue uno de los coleccionistas más importantes e influyentes de su época. A tal punto es su relevancia, que se lo considera el creador del “Mercado Negro”.

Retrato de Paul Guillaume por Amedeo Modigliani

Esta obra fue realizada por Amedeo Modigliani en el año 1916. Se encuentra expuesta en el Museo del Millenovecento en la ciudad de Milán. Se trata de un óleo sobre lienzo realizado en un tamaño pequeño. En esta obra se lo observa retratado a Paul Guillaume vestido con un elegante traje negro y un sombrero al estilo “bombín”. Lleva una impecable camisa de traje blanca y una corbata color rojo. Su postura es un tanto altanera, con el mentón levemente hacia arriba y mirando de frente con seguridad. Perece distendido, sentado en una silla, mirando de frente, con las piernas cruzadas y con su brazo derecho apoyado en una parte de la silla. Sus ojos están representados de dos colores distintos.

Por detrás de él se observa una pared en colores ocre y a la izquierda aparece la firma del Modigliani y el año en el que fue realizada la obra.

Es una pintura bien al estilo de Amedeo Modigliani, con su característica forma de realizar las figuras, simplificadas y alargadas. Una línea neta que diferencia los contornos.

Paul Guillaume

Paul Guillaume nació en el año 1891, y supo ver en el arte una tierra fértil donde crecer económicamente y hacer negoció. Supo ver además el potencial en muchos artistas, como Amedeo Modigliani, Picasso y tantos otros. Así fue como representó a muchos de ellos, y a los cuales compró muchas obras que fueron sumando a su colección de arte privada que sumó un centenar de obras. Una vida corta y fugaz fue la de este visionario, pero que supo de impulso a muchos artistas emergentes sobre todo en el arte moderno. Su colección fue generosamente donada al morir éste.