Milo Lockett, el pintor chaqueño de mayor renombre en los últimos años en la argentina se ha convertido en un ícono del estilo libre, de lo autodidacta y de la superación personal. Si bien siempre pintó, su impulso cobró vida tras la crisis económica y social que golpeó duramente a los argentinos en el año 2001. Luego de tener que cerrar su pequeña industria textil que empleaba a más de 20 personas, y perderlo prácticamente todo, este trabajador desempleado y desesperado volvió a su pasíon por el dibujo como una manera de escapar de su agobio.
Así, este artista cuenta, que empezó a dibujar durante aquellos meses de mucho sufrimiento, y luego a pintar y desde allí nunca más dejó. Lejos de aquella pequeña fabrica textil hoy Milo Lockett es dueño de un estilo que lo define, de colores fuerte, líneas netas, ojos grandes y figuras infantiles. Es que este pintor, parece pintar para los mas chicos y sin saberlo logra atraer a los grandes. Con un poco de lo autóctono y otro tanto de los más moderno, fusiona en sus pinturas un estilo único. Alegre, colorido, original y hasta naif. Hoy, con la historia de superación que lo acompaña, recorre obras caritativas de todo tipo, hospitales, museos y entidades de todo el mundo.
El cómo alguien logra pasar de estar desempleado, sin formación artística, a convertirse en un icono artístico nacional y mundial es un verdadero misterio. Seguramente sea una mezcla de factores: la resiliencia, la creatividad, el don artístico y, como muchos dicen, su buen corazón. Es que, a través de su arte sorprendente y desafiante, la obra humanitaria que realiza es muy grande siendo colaborador de todo tipo de causas.
Este artista, modelo 1967, que en realidad se llama Guillermo Emilio Lockett, hoy recorre el mundo entero. Viaja por todos lados, del Chaco a Buenos Aires, de Buenos Aires a Londres, de Londres a la China y de ahí una y otra vez. Recorre escuelas del mundo pintando sus famosas “vacas argentinas”, emblemas de su colorido arte y emblema desde ya, del ser argentino. El muestra y enseña que el arte es nuestro primer medio de expresión, antes que la palabra los seres humanos nos expresamos. Y en su técnica mixta, de collage, cartón, acrílicos, botones y todo tipo de materiales nos enseña también que se puede hacer con lo que uno tiene al alcance de la mano y desde allí atravesar barreras.