Marie Bracquemond fue una de las tres grandes y reconocidas mujeres del impresionismo, junto con Mary Cassatt y Berthe Morisot. Marie Bracquemond fue reconocida si, aunque no quizás mientras ella vivía. Las mujeres, como en otras áreas, debieron sortear todo tipo de obstáculos para alejarse de los “corsés” que les imponía su época.
Nacida en el año 1840, esta talentosa artista tuvo una infancia errática y difícil. Su padre murió cuando ella era muy pequeña, y lejos del circulo intelectual de su época ella fue mudándose de pueblo en pueblo a causa del trabajo de su padrastro.
Pero desde temprana edad su talento fue notorio y su primer obra artística fue un dibujo que le hiciera de regalo a su madre. Con pocos recursos económicos pero gran capacidad, utilizó los colorantes extraídos de pétalos de diferentes flores para lograr los colores para su dibujo. Y así, sorprendiendo a su entorno se inició en el camino del arte. Al tiempo se formó con el conocido artista Jean-Auguste Dominique Ingres (1780-1867), con quien se formó en el dibujo académico.
Ya con ese primer maestro esta artista tuvo que hacerle frente al menosprecio por ser mujer, era sabido que Ingres era muy duro con sus alumnas mujeres y las valoraba muy poco. En el manuscrito de su hijo Pierre titulado La vie de Félix et Marie Bracquemond sostenía: “Dudaba del coraje y la perseverancia de las mujeres en el campo de la pintura. Quería imponer límites a las mujeres artistas en el campo de la pintura, encasillarlas en la pintura de flores, de bodegones, de retratos y escenas propias de su sexo”
No obstante, gracias a su capacidad y su esfuerzo logró hacer valer sus dones y su maestro finalmente se vio deslumbrado. Así la incentivó a explorar nuevos caminos.
“No quiero pintar flores. Quiero trabajar en la pintura y expresar aquellos sentimientos que el arte me inspira”
Con escenas únicas de figuras humanas, con un uso increíble y sutil del color esta mujer se aferró al impresionismo como su canon de vida. La línea dejó de ser tan importante y quedo desdibujada bajo la expresión de escenas naturales, pensadas, pero espontaneas, de colores entremezclados que jugaban a las luces y sombras. A pesar de esto un matrimonio opresivo con otro artista afán a ideas opuestas hizo que esta mujer poco a poco se alejar de su arte. Y que recién fuera descubierto tres años después de su muerte.
Obras como: “Mujer con un paraguas”, “Marie Bracquemond bajo la lampara”, “Tres mujeres”, son algunas de las grandes obras y legado que ella dejó.