Como quien no quiere la cosa, es increíble pensar que esta artista argentina este año, en el 2022, cumple 105 años. Aparte de su creatividad, su estética, sus colores, su modernísimo y su eclecticismo en la técnica, Ides Kihlen es un modelo de jovialidad, de pasión y de espíritu emprendedor.
Cuando en sus testimonios esta artista cuenta que ella pinta como todo niño desde muy pequeña, cabe pensar que hace 100 años que pintas. Lo más particular, aparte de su longevidad, es pensar que los primeros 80 años pintó para sí. Concepto raro y hasta incomodo en esta época de continua exposición y vidrieras de la vida personal humana.
Una vastísima y lindísima obra que giraba en torno a su disfrute, a su tiempo y espacio personal. Recién en los últimos años, comenzó a exponer en museos alrededor del mundo y su obra se hizo famosa.
Una obra de técnica mixta con los clásicos recortes de papelitos en blanco y negro que llama “pianitos”. Pinta sentada y también parada, según la obra, a veces necesita moverse. A pesar de su edad su vida es activa, creativa y productiva.
Su técnica: Primero trabaja el fondo. Colores directo del pomo que explaya sobre el lienzo, por lo general de grandes dimensiones. Estos colores luego los estira a lo largo y a lo ancho con un trapo en movimientos circulares, expansivos, fuertes y decididos. Esto anterior lo combina con salpicaduras de pintura que realiza estratégicamente con el pincel o a veces, simplemente, remata con pinceladas rápidas lineales. Cuando esta primera etapa de su obra termina, comienza una segunda fase en la que va probando y estudiando la disposición de tiras y formas de papel, muchas veces monocromáticas otras de colores. Arte abstracto y mucho de movimientos en el hacer de la obra al estilo de Jackson Pollock.
Una vida de orden, rutina, equilibrio arte y música. Entre sus más grandes obras se conocen: sus series blancas y negras, su serie de líneas y su magnífica obra del tigre.