Puntillismo y post impresionismo emparentados

Giovani Segantini fue un pintor austrohúngaro que se destacó por sus pinturas de la naturaleza, de los Alpes suizos, de la soledad y la tranquilidad. Su obra es original, impresionista y vanguardista. Acercándose a cuestiones más modernas y puntillistas por momentos este pintor se nos presenta como alguien dicotómico. Amante de la naturaleza y autor de los mas bellos paisajes, es imposible no notar que en su pintura existe algo de lo trágico y de lo triste. En esta ambivalencia queda suspendido el espectador al analizar su obra. 

Vida

Giovani Segantini nació en el año 1858. Se destacó hacia finales del siglo XIX como un pintor post impresionista siendo autor de grandes obras como El castigo, Las malas madres, El ángel de la vida y Regreso del bosque entre otras obras. Su estilo rozaba lo puntillista, con lo cual a veces se lo catalogó como impresionista y a veces como puntillista. Sea como fuere, se desatacó por retratar conmovedoras escenas

Pastos de Primavera 

Es una obra en la que Segantini muestra su aspecto pacífico y sin conflictos. Con un estilo post impresionista muestra un luminoso paisaje en la ladera verde de los Alpes suizos. Los animales rumiantes pastan y todo en esta obra nos habla de paz, naturaleza y armonía.

Las malas madres

Esta obra introduce un aspecto no menor en la obra de Giovani Segantini, que tiene que ver con la introducción de elementos angustiantes y turbios que irrumpen con la tranquilidad y sus paisajes. Casi como si parecieran fantasmagóricas aparecen dos mujeres desnudas enredadas con dos árboles curvilíneos secos. No se sabe si ellas son una ramificación de estos o si están allí como crucificadas, por ser consideradas “malas madres”. Los marrones y ocres irrumpen en el blanco de la llanura y el frío y le dan a la atmósfera una sensación fantasmagórica. Puede relacionarse esta obra con el aspecto de que Giovani Segantini quedó huérfano desde chico al morir su madre y quedó al cuidado de sus hermanas y hermanos aleatoriamente. 

Tríptico alpino: muerte

Aquí directamente introduce sin preludios la muerte. En un paisaje típico de los Alpes, cubierto de nieve y rodeado de montañas, se observan algunas pequeñas figuras negras como en una especie de velorio o entierro. Ha de aclararse que el tema de la muerte fue un tema recurrente en su obra. Aquí también cabe destacarse el cielo. Las nubes irrumpen protagonistas y se van haciendo circulares, casi arremolinadas. Esto permite ver la influencia que Van Gogh tuvo en la obra de Segantini.