El gaucho en primera plana

Florencio Molina Campos nació en el año 1891 en la ciudad de Buenos Aires. Si bien la ciudad fue su lugar de origen, siendo alumno del colegio nacional de Buenos Aires, su familia tenía campos con lo cual la vida rural y la pampa fueron su segundo hogar. Tan es así que su primera exposición fue la sociedad rural. Allí entenderían mejor que nadie su amor por el campo y su estilo pictórico. Los gauchos, las chinas, los caballos y los rebenques eran términos conocidos y familiares y fácilmente Molina Campos se hizo un lugar en el arte. Desde allí en adelante su carrera fue haciendo un camino inimaginable, desde ser sus obras la cara visible de grandes marcas como los almanaques de alpargatas, hasta ganar una beca para los estados unidos y dibujar directamente para la empresa Walt Disney en Bambi o personajes como Goofy. Y aun así más allá de eso su estilo se mantuvo siempre imperdurable y fiel así mismo. Murió a la edad de los 68 años dejando un gran legado tras de sí y habiendo recibido infinidad de menciones y premios.
Su obra y su estilo
La obra de Florencio Molina Campos puede definirse entre lo expresionista y la caricaturesco. Con inocencia, pero con un mensaje claro y dirigido el relata la vida del campo argentino. Sobre todo, en una época en la que la vida en las ciudades estaba convulsionada y el refugio campestre comenzaba a mostrar sus bemoles y asperezas.
Aquellas figuras de ojos saltones y grandes, sonrisas grandes y detalles sencillos que parecen estar ajenos a lo que sucede, en realidad encierran un mensaje de denuncia y tristeza a veces.
Es en este interjuego, y conocedor del campo desde niño, es que Florencio Molina Campos realizó obras tales como, por ejemplo “Celeste….mi color prejerido”
Celeste….mi Color preferido
Se trata de una obra que Molina Campos realizó en témperas. Tiene un tamaño de 31 x 55 cm y fue realizada en el año 1955. Aquí muestra una típica escena gauchesca en la intimidad, un gaucho bailando con una china frente a su puesto rural o un almacén. Se ve detrás otro gaucho sentado bajo la sombra de un árbol y otros conversando de manera distraída. Animales que los esperan descansando de los kilómetros y el sol abrasador. Y de fondo el cielo celeste…su color preferido.