Una obra rural de Fernando Fader

Esta obra es una lindísima escena campestre que representa el famoso pintor argentino del siglo XX, Fernando Fader, una obra que expresa lo más íntimo y típico de la argentina de aquella época y de la argentina de hoy. O quizás, por qué no decirlo, de un aspecto de ella. Una obra sencilla y propia del estilo de este gran artista plástico y que a la vez capta la mirada del espectador con sus capacidad técnica y artística. En la que el hambre y su relación con la naturaleza y el caballo hacen un interjuego de costumbres y tradiciones exquisitas dentro del ADN argentino. Todo esto supo captar Fernando Fader a la perfección y lo captó en esta magnífica escena.

Fernando Fader, la vida de un gran artista argentino

Fernando Fader nació en el año 1882 en Francia. Pero con los años terminó radicándose en la Argentina, país en el que hizo su notable carrera pictórica. Entre sus óleos y acuarelas se destaca su amor por el campo argentino al que siempre buscó representar de una manera impresionista y más moderna de lo que se venía haciendo. Su obra fue aclamada en vida y escribió infinidad de premios y distinciones. Obras como El caballo, El viejo piojoso y La mantilla valen la pena ser vistas. Murió a la edad de los 53 años.

Escena campestre

Esta obra, Escena campestre, se encuentra expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un óleo sobre tela que fue realizado en el año 1915 de un tamaño de casi un metro cuadrado. En este bellísimo óleo de corte impresionista, Fader retrata una escena gauchesca. Se observa al gaucho ya subido a uno de sus caballos. Vestido con boina, las típicas bombachas camisa y pañuelo, una barba blanca y la boina infaltable. A su lado tiene otro caballo al cual lleva sujeto por las riendas. A su frente quien parece su mujer parece despedirlo antes de que este buen señor inicie su jornada de trabajo. Ella es la paisana de la cabeza a los pies, lleva un bebe en brazos. Por debajo de ella y también observando la escena se encuentra una pequeña niña, tiene algo en sus brazos. La poca cantidad de detalles y el trazo tan ligero dificultan ver si se trata de una muñeca o un gallo. Por debajo se encuentran patos desperdigados por la escena, gallinas y gallos. Y también algún que otro perro del lugar.