Hablar de la fotografía del siglo XX es hablar ineludiblemente del fotoperiodismo y del realismo fotográfico. El fotoperiodismo tiene como objetivo captar en una imagen un hecho puntual en un momento preciso. Pero el fotoperiodismo debió superar serias limitantes para contar con la agilidad y la espontaneidad a la que hoy estamos acostumbrados.
A principios del siglo XX, las emulsiones de las películas utilizadas eran aún muy bajas, con lo que imaginar una cámara de fotos y un flash pequeños y disimulables, prescindiendo del uso de grandes trípodes para las fotografías nocturnas o en interior era un sueño lejano, lo que dificultaba el desarrollo del área. Fue recién con Erich Salomon en 1925 que surge la foto live, cuando se logró resolver estas limitaciones técnicas para llegar a imágenes periodísticas más naturales, vívidas y por sobre todo espontáneas de las personas retratadas.
Así como la fotografía y el periodismo fueron tejiendo lazos más estrechos entre ellos, así lo hicieron la fotografía y artes plásticas, para finalmente ser incluida en las llamadas artes visuales. El uso del color, la mejora en la calidad del material y equipos fotográficos y la innovación en la técnica fotográfica le permitieron consagrarse en este siglo.
Henri Cartier-Bresson (1908-2003) es el padre, sin lugar a duda, del fotoperiodismo. Hablar de él es hablar del “Instante decisivo”. El instante decisivo es ese instante único, fugaz e irrepetible que es captado por el ojo y la cámara del fotógrafo. Es capturar ese instante clave y preciso, al cual el ojo del fotógrafo se pudo anticipar y que queda atesorado en esa imagen, ya que es único e irrepetible. Es el instante justo, por la temporalidad y por la confluencia de elementos precisos, en el que había que estar y en donde todo se alinea para que suceda la obra. Henri Cartier-Bresson nació en Francia y ya desde muy temprana edad se dedicó a la fotografía. En 1932 compró su emblemática Leica de 35mm, herramienta y compañera clave de toda su obra. Quince años más tarde, junto a Robert Capa, dio origen a la agencia Magnum, agencia que va a cumplir un rol fundamental a la hora de reunir fotógrafos y garantizar la correcta utilización de la imagen fotográfica en los medios de prensa.
Henri Cartier-Bresson buscó retratar personas y acontecimientos de una manera naturalista, espontánea, producto parte de una época que voluntaria y explícitamente, en todas sus áreas artísticas, eligió abandonar las poses y escenarios más acartonados y artificiales para explorar el mundo de otra manera. Él no fue ajeno a estas ideas y ya desde su primer viaje a África, Costa de Marfil, llevó este estandarte. Recorrió el mundo junto a su cámara Leica retratando y otorgando como resultado una fotografía más natural, más humanista: África, Méjico, la guerra civil española, la muerte de Mahatma Gandhi, etc.…
“La fotografía es, para mí, el impulso espontáneo de una atención visual perpetua, que atrapa el instante y su eternidad.”