Desde que comenzó en sus primeras versiones en blanco y negro, la fotografía ha sabido mutar, o mejor dicho evolucionar en formas realmente asombrosas. El fotomontaje es una clara expresión de este punto y, por sobre todas las cosas demuestra que el concepto de realidad a cambiado. Algo tan profundo e inherente a la percepción y autopercepción del ser humano y del mundo que lo rodea es plasmado por hecho de poder manipular la composición de una imagen y que parezca sencillamente posible.
Según la Real academia española, el fotomontaje es procedimiento o técnica fotográfica por medio del cual se logra una imagen, una ilustración, a partir de la unión de otras. Básicamente, el proceso consiste en recortar imágenes, analógica o digitalmente y superponerlas sobre otras. Casi como un collage.
Y así como la fotografía en sus inicios fue enteramente analógica, así fue también el comienzo de esta técnica. Más tarde hubo tiempo para lo digital. Y en estos comienzos analógicos del fotomontaje como tal, Henry Peach Robinson (1830, Shropshire – 1901, Kent) es considerado el mismísimo padre del fotomontaje. Él tiene el gran mérito de haber realizado el primero en su estudio fotográfico.
Pero la gran diferencia entre el collage y el fotomontaje es que mientras que el primero se trata de una superposición de imágenes, el fotomontaje resulta siendo una composición fotográfica en sí en la que se utilizan otras fotografías. Analógica o digitalmente, los resultados resultan fascinantes, creativos e inquietantes, ya que logran situaciones o escenas de las más diversas, que no podrían suceder en la realidad. Es por este motivo que su impacto en los medios publicitarios ha sido muy fuerte. Otro de los puntos más interesantes de esta técnica es que esta manipulación de la realidad es sabido, no busca disimularse o camuflarse y, sin embargo, siempre resulta impactante.
La era digital abrió la puerta de un mundo de posibilidades para esta técnica que ha cobrado auge sobre todo en los últimos años. A partir de diferentes herramientas tecnológicas, como por ejemplo el Photoshop se han logrado obras increíbles. Así que cada autor con su técnica y con sus herramientas favoritas, desde Dalí y Man Ray, hasta Lee Howel y Serolta Ban, por citar algunos, todos han logrado de esta técnica un estilo de hacer arte muy singular. Y es que los mejores resultados en la pintura, la fotografía y el arte en general se ha logrado de la mano de personas dispuestos ha romper con lo establecido.