Una obra única de Camille Pissarro
La casa de la mujer sorda y el campanario de Eragny es una magnífica obra que realizó el pintor francés Camille Pissarro. Se trata de una obra única por su belleza, por su capacidad técnica y por su capacidad de retratar una escena de la naturaleza de esta manera.
Camille Pissarro
Camille Pissarro nació en los Estados Unidos en el año 1930. Pero como buen impresionista, en algún momento de su vida vio su mudanza a París como el camino único e indiscutible para formarse y crecer en su carrera artística. Allí murió a la edad de los setenta años, habiéndose convertido en uno de los pintores impresionistas más importantes.
La obra: La casa de la mujer sorda y el campanario de Eragny
Durante el verano del año 1886, Camille Pissarro pasó una temporada en la región francesa de Eragny. En aquellos meses que duró su estadía Pissarro tuvo tiempo para implementar y experimentar con una nueva técnica que había observado de Seurat: el puntillismo. De aquellos meses, Pissarro se sumergió en la técnica y esta obra, La casa de la mujer sorda y el campanario de Eragny es sin duda una de sus más lindas obras.
En este óleo sobre lienzo que hoy se encuentra preservado en el Museo de la ciudad de Indianápolis de Estados Unidos, Pissarro decide retratar a su vecina. Se trataba de una mujer sorda de avanzada edad que disfrutaba enormemente las horas de trabajo y jardinería en su jardín.
En esta pintura de un estilo claramente puntillista se observa a la mujer arrodillada trabajando dentro de una canasta, al parecer recolectando los limones de su enorme limonero. Ella está vestida con una pollera larga, una camisa y un sombrero. Se la observa de lejos y de espalda. Se encuentra en cuclillas sobre su muy cuidado jardín. De fondo, se observa un gran árbol y aún más atrás la capilla de la zona. La manera en la que Camille Pissarro tiene de mezclar los colores es excelente, resultando una obra de mucha luz, color y frescura.
Sin duda una de sus mejores obras y las mejores obras de estilo puntillista alguna vez logradas. Una obra en la que las pinceladas son tan sutiles y sinuosas que dan a la obra una característica completamente singular a la que si hubiera sido realizada con otra técnica. Casi como si esta imagen sólo pudiera ser representada fielmente con esta técnica.