de Jacques-Louis David un emblema de la revolución francesa

La muerte de Marat

La revolución francesa fue un periodo en la historia que marcó el devenir de dicho país y también de toda la historia mundial. De esos años convulsionados, intensos, sangrientos y heroicos surgieron diversidad de manifestaciones artísticas. Así como la Libertad guiando al pueblo de la Croix fue un emblema de esta época así puede pensarse en otra gran obra pictórica: La muerte de Marat de Jacques-Louis David. Claramente esta obra muestra todo otro aspecto de la revolución y detenerse en ella y analizarla vale claramente la pena. Una obra distinta, inquietante, que invita al análisis y a la reflexión. Una obra de un artista neoclásico de excelencia.

La muerte de Marat

Esta obra se convirtió en una de las obras más famosas de todos los tiempos y de las más representativas de la Revolución Francesa. Realizada en el año 1793, este óleo sobre lienzo de casi dos metros cuadrados de tamaño representa la muerte de uno de los más famosos líderes revolucionarios franceses, Jean Paul Marat. Jean Paul Marat era un amigo muy cercano del David quien tenía un diario titulado Los amigos del pueblo. Una noche, mientras escribía en su bañadera fue asesinado por la famosa Charlotte Corday. 

En esta escena se lo observa a Marat que yace con el torso desnudo y la cabeza cubierta con una toalla. Metido en una bañadera que quedó ensangrentada, a su derecha se observan las notas a medio terminar que estaba realizando bajo la luz de las velas y a papel y pluma. Nada en su rostro transmite dolor, sino mas bien una entrega inevitable y pacífica. La figura principal aparece levemente iluminada, con lo cual resalta lo blanquecino de su piel, mientras que el fondo aparece más oscuro y difuso.

Jacques Louis David

Este artista nació en París en el año 1748. Tuvo una larga y prolifera vida, vida profesional y familiar, hasta que falleció en Bélgica a sus setenta años. Pero por, sobre todo, tuvo una fuerte participación en el clima político de la revolución francesa, en la que adhirió a las ideas de Bonaparte. La pintura fue otro de los medios que utilizó para expresar sus ideas. Su estilo, neoclásico, gozaba de dos características principales, por un lado, está un estilo sobrio, austero y despojado. No dejaba por ello de ser elegante y a fin a las buenas costumbres. Pero era un arte armónico, despojado, claro y organizado. A su vez, gran retratista, le gustaba utilizar colores tenues, colores variados y de todo tipo, pero claros al fin.  Retrataba escenas mitológicas e históricas de todo tipo y, aparte de “La muerte de Marat” cabe citarse otras grandes obras suyas como, por ejemplo: La muerte de Sócrates, El juramento de los Horacios, El Juramento del juego de pelota.

Una obra única y conmovedora de unos de los más grandes artistas neoclásicos.