Los Moai se erigen de manera imponente sobre la isla de pascua. Gigante, erguidos, estáticos y fuertes, se erigen estas colosales esculturas con mucho de humano y también bastante del más allá. Su tamaño, su estilo y su entorno se conjugan para generar una sensación y un ambiente único. Nos transportan a otra época y otras culturas, llenando al observador con preguntas y dudas en cuanto a su origen, procedencia y realización. Los moais intactos hoy presentes son patrimonio cultural de la humanidad. Se encuentran en ese rincón de la tierra para recordarnos que antes que nosotros pasaron muchas sociedades culturalmente ricas y complejas.

Se estima que hay mas de 900 moai dispersos en la isla de la polinesia, Rapa Nui. Estas colosales y monolíticas esculturas con cara de humano fueron realizados por las tribus de la zona. Fueron los indios de la isla que realizaron esta titánica tarea entre los años 700 y 1600 aproximadamente. Con un material que se llama toba y que se deprende del volcán Rano Raraku es que realizaron estas esculturas. Algunas cuatrocientas cerca del volcán quedaron inconclusas. Se observan sus rasgos distintivos únicos. Sus grandes y lineales ojos, la nariz que los atraviesa por el medio, su pequeña boca y su anguloso mentón.

Los arqueólogos creen que originariamente estas esculturas también tenían dos elementos importantes. En primer lugar, un gran moño de material rojo sobre sus cabezas que era construido y luego subido a su lugar definitivo. En segundo lugar, se han encontrado restos de corales en los orificios de los ojos. Lógicamente ya nada queda de esos corales, pero fueron descubiertos restos de ellos, desperdigados en la zona o el mar. Muchos de estos detalles fueron destruidos por las tribus que llegaron y dominaron posteriormente. 

Ahu es el nombre del altar sobre el cual estos Moai fueron construidos. Se cree que fueron realizados con fines sagrados y de culto. La imponencia de estas esculturas se conjuga con la belleza y la soledad de la Isla de Pascua. Se recrea así un lugar único, de contemplación y veneración.  La teoría más fuerte apunta a que cada Moai representa a algún difunto de los nativos que fueron representados de manera de recibir su protección y poderes especiales. Los Moai fueron realizados mirando el interior de la isla. Los corales incrustados les darían vida, como activando sus poderes sobre naturales.

Los Moai de la Isla de Pascua, un lugar de enclave entre el cielo y la tierra, el hombre y la naturaleza.