Wifredo Óscar de la Concepción Lam y Castilla, fue un pintor de vanguardia cubano. Nacido en Cuba en el año 1902, este artista se caracterizó por representar con gran expresividad la miseria, la corrupción e injusticia social. También, a los valores de la libertad, convivencia y la lucha abrazando a todas las culturas, sin discriminación. 

Habiendo estudiado derecho y luego arte en su país natal, este artista fue creciendo y haciendo un largo recorrido hasta encontrar su propio estilo personal. Parte de este merito tiene que ver con la influencia de Pablo Picasso, quien, en un encuentro con Lam, lo incentivó a plasmar su herencia africana. Así lo hizo, y de la mano de este impulso, su formación, sus viajes y su formación y encuentro con otros grandes artistas mundiales de la época es que este pintor encontró su camino en el arte.

¿Por qué estos temas eran tan importantes en su obra? Todo tiene que ver con su particular herencia. Su padre era un inmigrante chino y su madre una mestiza cuya madre era una esclava de Congo liberada. Por lo cual, puede decirse que esto fue fundamental para la vida y obra de este artista, ya que Wilfredo Lam creció bajo la fe católica, pero con una gran presencia de los ritos y canciones de la santería africana.

A su vez, vivió de cerca muchos de los temas más importante de cada una de estas culturas, sus preocupaciones y sufrimientos. Este artista quería pintar el drama de su país a través del espíritu negro y la belleza del arte africano y lo logra con un sinfín de pinturas que hoy se encuentran en los mas prestigiosos museos del arte moderno de todo el mundo entero. 

Una de sus más representativas obras se llama “Rumor de la tierra”, y se encuentra expuesta en el Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de New York. En esta pintura, pintada en el año 1950, es una obra sencilla, con tonos pasteles y neutros que transmite a la perfección el mensaje del “despertar” del pueblo africano.

Se retratan cuerpos y formas, que generan múltiples sensaciones. Hay máscaras y energía africana y movimiento disueltos por toda la pintura. Este cuadro nos habla de un pueblo herido y maltratado, sufriente ante el colonialismo y la violencia. Mucha mezcla cultural, de formas, símbolos y significados.

Así fue toda la obra de este pintor, que murió en Paris en el año 1982 y logró con el arte plasmar una historia y una herencia cultural única.