Georges Pierre Seurat retrata en esta cálida escena una típica situación de descanso parisina, en la que las personas huyen a refugiarse en la calidez de las zonas aledañas de París para sumergirse en la naturaleza y el fresco reparo del agua en las épocas de mayores temperaturas. En esta escena en donde el propio Seurat nos muestra su inclinación por la naturaleza y el agua, no se logra apreciar la felicidad que estas situaciones de recreo generaban en el corazón de los parisinos. La particular técnica que este artista utilizaba en sus estudios del color quizás no permitía expresar con vivacidad las emociones de las personas, dando un tinte al estilo Edward Hopper.

La obra

Un baño en Asnieres fue realizada por Georges Seurat en el año 1884 y hoy se preserva en la National Gallery de la Ciudad de Londres. Se trata de un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones, alcanzando casi unos 3 por 2 metros. 

En esta escena se representa a unas cinco personas que están en Asnieres, región cercana a París. Algunos de ellos se encuentran reclinados o acostados en la verde orilla, otros en el agua. Parecen relajados, tranquilos y absortos en sus cosas. De fondo se vislumbra el fondo y humo de la ciudad. Todos se encuentran mirando hacia la misma dirección, aunque poco se ve de su mirada y de sus gestos, también aparece un pequeño perro marrón en escena. Algunos rescatados, otros vestidos y otros con el torso desnudo.

 El estilo

Un baño en Asnieres es una típica obra de este artista, amante de la naturaleza y de los lugares alejados del bullicio. Se trata de una obra de estilo impresionista, al aire libre, sobre todo por el uso de la luz y la vaguedad de algunas figuras. Aquí un toque muy especial y distintivo de Seurat tiene que ver con su singular manera de manejar el color. 

Pero las personas que Seurat retrata son figuras muy particulares e inherentes de su estilo. En contraste con esa naturaleza tan fresca y relajante, las personas parecen como maniquíes, robóticas o acartonadas. Con muy poca, o nula, expresión fácil. Se las ve rígidas, duras y vacías.

Este disfrute que las personas deberían tener por estar alejados de la ruidosa y calurosa ciudad que se vislumbra a lo lejos no se ve del todo plasmada y esto se debe al estilo puntillista. Seurat hizo un profundo y detallado estudio del color, en el cual sostenía que, si se sumaban muchos micropuntos de colores, cuyo color fue finamente pensado y dispuesto, se van formando las figuras. Esto recibió el nombre de “Cromoluminarismo”

Un baño en Asnieres de Seurat es una obra distintiva de este artista en donde pone en práctica años de estudio del color.