El relieve es una técnica escultórica que forma parte de muro, frente o puerta. Son parte de otro algo que los contiene, por lo cual se diferencian en este punto de las típicas esculturas de bulto que son una singularidad en sí mismas.  Los relieves escultóricos como técnica artística consisten en representar de manera tridimensional una escena, sujeto u objeto sobre un muro o una superficie plana. Y es esta superficie que le va a dar un marco y también guiar sus características principales. Por tal motivo se dice que los relieves escultóricos pueden ser de los siguientes tipos según la profundidad entre planos que se obtenga.

Bajorrelieve: En el que las figuras sobresalen del fondo menos de la mitad de su cuerpo. 

Mediorrelieve: En este caso las figuras sobresalen del fondo su mitad.

Altorrelieve: Las figuras sobresalen más de su mitad, lo que genera una sensación aun más tridimensional al estilo bulto.

Huecorrelieve: Por el contrario, lejos de sobresalir, la representación de las figuras se consigue mediante el hundimiento.

Por ende, cuanto más alto es un relieve, más sobre salen sus figuras y pueden contemplarse desde diferentes puntos de vista. Por el contrario, cuanto más bajo, menos sobre salen y su ángulo de observación es menor, aunque no por ello su capacidad de detalle. Lógicamente, cuando se habla de un hueco relieve, el único ángulo de observación es frontal. 

Los relieves escultóricos han sido muy comunes y lo siguen siendo: en templos, catedrales, edificios, monumentos. Y también según el período histórico cultural al que han pertenecido han adoptado algunas características. Por ejemplo, los relieves de templos clásicos como fuera el Partenón han presentado características más del estilo altorrelieve, con gran predominio de la figura. Por el contrario, los frisos corintios solían ser más de bajorrelieve. Suelen describir situaciones o escenas y estar plagados de cantidad de detalles a observar y analizar. Detalles que apuntan al relato y detalles que hacen a la calidad artística de los sujetos y objetos representados. Algunos cuentan una historia en una única escena, otros son parte de varias. Pero por lo general vienen a representar toda una situación a develar. 

Algunos relieves famosos por sí mismos o por formar parte de un gran todo que los contiene: “Lucha de lápitas y centauros”, el altorrelieve del Partenón: “Venus de Laussel, una de las llamadas venus paleolíticas, “Figura de Palmira” hoy en el British Museum y un ejemplo de relieve hundido el templo de Kom Ombo en Egipto.

Por ende, esta técnica nos ha acompañado desde la antigüedad, enriqueciendo otras obras o grandes espacios que nos reciben una y otra vez.