Arte portugués

La recientemente fallecida Paula Rego fue una reconocida artista portuguesa. Aguda, audaz, y tenaz, fue una gran ilustradora y pintora. Desde su lugar de origen, Portugal, hasta Gran Bretaña donde se coronó como pintora, siempre tuvo en claro que el arte era un medio para expresarse y para denunciar las más dolorosas injusticias que la sociedad tenía deparada para muchas personas. Quizás producto de nacer en un Portugal convulsionado por la dictadura, lo cierto es que esta impronta de injusticia social la acompañó siempre y se volcó en sus particulares dibujos y pinturas. Su obra impactó por su estilo y su poderoso mensaje, en una Gran Bretaña tan acostumbrada a algo distinto.
Paula Rego
Paula Rego nació en Portugal y sus orígenes estuvieron ligados a un ambiente pudiente y plagado de estimulación. Esto la llevó a poder estudiar en los mejores colegios tanto de Portugal como de Gran Bretaña. Pero su origen portugués y su espíritu crítico la hicieron muy sensible. Ligado a un carácter original y fuerte estos se plasmaron en su obra. Al principio, en Inglaterra, fue una gran ilustradora hasta que se animó a salir un poco de las clásicas figuras terroríficas, hay quienes dirán que son representaciones de monstruos conocidos en la dictadura, hasta orientarse al mundo de la pintura y el lienzo. Allí, toda una perspectiva nueva se le abrió y el mundo de las exposiciones fue su meca. De este periodo se le conocen grandes obras como, por ejemplo: “Blancanieves jugando con el trofeo de su padre”, “The fitting”, “Tragando la manzana envenenada”, “Novia” y “Mujer perro”.
Blanca nieves jugando con el trofeo de su padre
Esta obra, “Blanca nieves jugando con el trofeo de su padre”, es un óleo sobre lienzo que Paula Rego realizó en el año 1995. En esta pintura se ve a una joven, quien sería Blanca Nieves, que lleva un vestido blanco de mangas cortas hasta la rodilla. Sus piernas levemente entreabiertas se encuentran sobre un almohadón, puesto que sus pies no llegan al piso. Sobre su falda se encuentra la gran cabeza de un ciervo que su padre tiene como objeto de caza.
En esta pintura Paula Rego le da un osado giro a la conocida historia de Blanca Nieves. Presenta a una joven inocente en cierto despertar sexual y una madrastra enfurecida que la mira por detrás. Algunos deseos incestuosos hacen más escandalosa la obra y así la artista denuncia a la industria y a la sociedad en general.