Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682), fue por mucho tiempo uno de los pintores españoles más famosos. Sus retratos y escenas recorrieron toda España y cruzaron las fronteras. Sus escenas eran de corte naturalista, pero con el tiempo fueron transformándose hacia el estilo barroco e incluso hacia el rococó.

Ha sido el autor de grandes pinturas y escenas religiosas, imágenes y retratos. Su carácter personal no solo tenía que ver con su capacidad técnica y artística sino también con el tinte sensible y romántico que sus pinturas tenían. Cabe aclarar que fue esto mismo lo que luego le valió cierto desprestigio por considerarlo excesivo.

Pero sus obras, de formas marcadas, líneas puras y gran conocimiento anatómico son un gran reflejo de esta capacidad artística. “La sagrada familia del pajarito” es un óleo sobre lienzo que este artista realizó en el año 1650. Tiene un tamaño de 144 x 188 cm y en el Murillo representa a la sagrada familia en una escena íntima y cotidiana. Es una obra que pertenece a su período inicial, por los colores que utiliza, colores pálidos y ocres. El niño Dios, representado de un año, se ve en primer plano, de pie, desclaso y tambaleante sujeto por las piernas de su padre José. Su madre María, observa de costado, representada con una media sonrisa complaciente, un ovillo de lana en su mano y un canasto de ropa debajo de ella. Un pequeño cachorro termina de completar el circulo de ternura que se genera con el niño, una escena intima, típica y costumbrista con diversidad de elementos dispersos que nos hablan de como vivirían en aquella época. Estos elementos de naturaleza muerta, como el canasto, las herramientas o las sandalias de San José son realizadas con gran detalle por parte de Murillo. El manejo de la luz es importante, ya que termina de encerrar esta escena en un clima especial, casi teatral y también celestial. 

En esta escena la vida familiar queda en primer plano. La familia unida, rodeada de sencillez y tareas domésticas.  Se cree que esta obra fue inspirada en una conocida obra del artista Federico Barocci que se conserva hoy en la National Gallery de Londres y que fue realizada pocos años antes de esta pintura.