Quizás Louis William Wain, nacido en Londres un 5 de agosto de 1860 no sea de los pintores más famosos, pero algo por lo que se lo conoce e identifica a ciencia cierta es como el dibujante de gatos. Si hay algo maravilloso que tiene el arte, es que justamente es una gran caja en donde todo se puede encontrar, y también donde todo se puede hacer. Este fue el caso de este pintor y dibujante inglés.

Muchas veces nos hemos topado con sus clásicos dibujos, en almanaques, libros o publicidades sin saber que pertenecían al mismo autor. Poco se conoce de él, con los cual sus biografías no siempre coinciden. Pero lo que si se sabe de este dibujante es que proviene de una familia muy particular. Único varón entre cinco hermanas que nunca abandonaron el hogar, al igual qué el, que lo hizo en pocas ocasiones. Una de sus hermanas fue internada en un psiquiátrico y muchos estudiosos de su obra remarcan que en sus ilustraciones y gráficos se observan esbozos de su esquizofrenia. Se sabe que Louis William Wain nació con labio leporino y que hasta los diez años no pudo asistir al colegio, lo que lo llevó a vagar por las calles londinenses.

Cuando ya era un dibujante independiente bastante reconocido, y se especializada en el dibujo de animales, Louis se casó con quien había sido su institutriz 10 años mayor que él. Ella al tiempo enfermó de cáncer y, durante toda su convalecencia fue acompañada por un gatito callejero al que había rescatado. Así, mientras Louis la acompañaba, comenzó sus primeros bosquejos y dibujos de los gatos, y nunca más terminó de hacerlo.

Gatos alegres, gatos perspicaces, gatos en situaciones típicamente humanas, gatos interactuando, gatos coloridos, gatos psicodélicos, etc…Que era amante de este animal queda claro y su conocimiento anatómico de ellos también, su capacidad para representarlos y también para imaginarlos era única.

Sus gatos son únicos y reconocidos, ha publicado en revistas, libros, almanaques, postales, cerámicas, etc…. El final de Wain no fue fácil, su esquizofrenia hizo que en 1924 tuviera que ser internado en un psiquiátrico. Intelectuales y celebridades lograron que fuera reubicado en una clínica de lujo, con grandes parques y muchos gatos. Finalizo sus días, padeciendo esta enfermedad, pero tranquilo con sus dibujos de gatos más coloridos y floridos.

Una vez, acertadamente, H. G. Wells dijo: “Él inventó un estilo de gato, una sociedad de gatos, un mundo entero de gatos. Los gatos ingleses que no lucen y viven como los gatos de Louis Wain se avergüenzan de sí mismos.”