Han Gan fue uno de los mayores artistas del arte oriental y especialmente uno de los mayores pintores de caballos del arte chino.  De origen humilde nació en el año 706 y murió en el año 783, durante la dinastía Tang. Cuenta que Han Gan subsistía de trabajos que realizaba en una pequeña taberna, y que una vez fue descubierto por el célebre artista Wang Wei. Han Gan al encontrarse con los caballos de este artista quedó fascinado y allí mismo comenzó a dibujarlos en la arena. Al ver esto, Wang Wei, no tardó en apreciar el don de Han Gan y le obsequió papeles, lápices y pinceles para que pudiera pintar.

Han Gan fue mayormente un autodidacta que, si bien se formó en una academia de arte, nunca adhirió a tecnicismos ni dogmas. Siempre pintó caballos, nunca otra cosa. Caballos de todo tipo y colores, preferentemente en tinta. Y siempre caballos amarrados. Cuando se le preguntaba respecto a este último tema este respondía que los representaba siempre atados porque sus caballos tenían tanta fuerza y eran tan vigorosos que si no los sujetaba se iban.

Sus caballos y sus dibujos lentamente se hicieron famosos. Contaban de una estética única. Sólo Han Gan los representaba de aquella manera tan especial. Cuenta la leyenda que sus caballos se hicieron tan famosos que muchas fábulas y creencias se empezaron a tejer en torno a ellos. Una noche, mientras Han Gan se encontraba en su casa, un guerrero apareció en la noche y le pidió su ayuda. Le dijo que se dirigía a la guerra y que le habían dicho que sus caballos cobraban vida. Necesitaba entonces que él le dibujara el caballo más fuerte, más veloz y valiente de todos. Han Gan lo intentó una y otra vez, pero no pudo y frustrado le dijo al soldado que no podría ayudarlo. Al hacerlo arrojó el dibujo al fuego y en ese mismo instante un caballo inmenso apareció de en medio de las llamas. Cuentan que fue el caballo más fuerte que jamás haya existido y que junto con él el soldado ganó todas las batallas. Pero luego de ver tantas muertes el caballo entristeció y el soldado ya nunca más lo vio. Luego de 36 días el soldado se le apreció a Han Gan nuevamente en su casa preguntándole si lo había visto. A esto Han Gan le respondió que sí, que hacía tiempo había vuelto junto a él. Le explicó que él tenía un cuadro, con cinco caballos. Un mañana despertó y encontró seis, su caballo había vuelto y ahora vivía en el cuadro. 

La hoja de un libro se trata de un caballero con sus dos caballos. Se encuentra preservada en el National Museum de Tai Pei Chen Gian Hong.