Auguste Rodin fue uno de los mas grandes escultores de todos los tiempos. Su conocimiento anatómico de la figura humana es de una genialidad sin igual y en este caso vale mencionar su capacidad para representar una parte del cuerpo humano tan central y singular como son las manos.

Las manos son complejas de representar. No hay un par de manos igual a otras, pero, no obstante, lograr su correcta proporción, representación y movimiento no es tarea sencilla. Pero esto fue logrado por Rodin con gran pericia al punto tal de reconocérselo como el escultor de las “manos”. Rodin dedicó su vida entera a la escultura y al estudio del cuerpo humano. Las manos fueron un capítulo aparte en su vida artística y personal, y a ellas, solamente a ellas dedicó años de estudio, ensayos y grandes obras. Es que, según la perspectiva de este artista, estas tenían la capacidad de transmitir sentimientos, estados de ánimo, motivaciones, deseos, al igual que un rostro o un cuerpo humano. Y su conocimiento de las mismas fue tan acabado que ciertamente logró expresar muchísimo a través de ellas. 

Vale para tal fin observar las manos de “El pensador”, icónica obra del año 1906. En esta obra, la mano, cansina, acompaña la actitud entera de su protagonista. Una mano que va hacia adentro, que envuelve, que baja la guardia. Que parece relajada y expectante a la vez, como si toda la energía estuviera pasando por la mente. 

En “El arco de la alianza”, obra dos años posterior, Rodin representa dos manos que se encuentran, que se unen, que se conocen. Al parecer no corresponderían a las manos de un mismo individuo, sino que serían dos manos derechas. En “Mano de Rodin sosteniendo un torso”, obra del año 1917, Rodin representa una mano sosteniendo un torso desnudo.

Y entre las grandes esculturas de Rodin dedicadas solamente a las manos, existen otras en donde las manos de lucen y dan fuerza a una obra mayor.  En obras como “En los burgueses de Calais”, puede observarse como las manos pueden ser centrales y aportarle expresividad y fuerza a una obra entera. Las manos de cada uno de los burgueses tienen entidad propia y acompañan la actitud toda de cada uno de sus protagonistas. 

Este famoso escultor francés fue el referente de la escultura moderna, logrando definir sus propios cánones escultores, cánones que sería seguidos y admirados por sus sucesores con el correr de los tiempos. Hoy sus obras se encuentras principalmente en lo que se conoce con el nombre de Museo Rodin, ubicado en la ciudad de Paris y en el Museo de Rodin en la ciudad de Filadelfia.