Si hay un dúo emblemático del artista Francisco de Goya es el de “La Maja desnuda” (1800) y “La Maja vestida” (1908). Se tratan de un óleo sobre lienzo de 98 cm × 191 cm y que se enmarcan dentro del período romancista. Si bien estas dos pinturas no fueron pensadas en su inicio para ir juntas, es decir, al pintar la maja desnuda Goya aun no tenía en sus planes que habría también una Maja vestida. 

Pero lo cierto es que su continuidad dio lugar a la asociación del público y hoy en día son consideradas partes de una misma obra y una misma lógica. En estas pinturas, Goya representa a una mujer recostada, relajada, con el brazo detrás de su nuca. Una mujer al estilo Venus, pero despojada de toda la connotación de diosa y sí mas cerca a una mujer real. Casi sonriente, orgullosa de sí misma y pícara. En esta obra se muestra por primera vez una mujer con el vello púbico, al natural, sin retoques. 

Cabe destacar el manejo de Francisco de en dos áreas: la anatomía humana y el uso de las luces y las sombras. La mujer, realizada de una manera muy realista y natural a la vez, se recuesta sobre una cama aterciopelada de color veda. E incluso, vestida, es posible apreciar la diferencia de texturas y transparencias en sus ropas. Los ojos, la mirada penetrante de esta mujer que mira intensa y sostenidamente al espectador son sin lugar a duda los protagonistas. Envueltos en un interesante contraste de luces, sobre el cuerpo, y sombras, sobre el fondo. 

Con respecto a la historia subyacente a estos cuadros, se cree a ciencia cierta que la retratada sea la duquesa de Alba. Esta teoría fue alimentada al morir la duquesa en el año 1802 y todos sus cuadros pasaron a propiedad de Godoy, a quien se sabe que a futuro pertenecieron las dos majas. Sin embargo, todo esto son especulaciones y no hay pruebas contundentes sobre este punto. Al fin de cuentas, hubieran podido llegar la Maja desnuda y la vestida a Godoy por otros caminos.

Estas obras se encuentran hoy en el Museo del Prado de la ciudad de Madrid y forman parte del gran legado del arte español. Obras representativas también de un gran artista, un experto y un audaz al atreverse a retratar estos temas.