La Piedad o Pietà es una escultura hecha en mármol por Miguel Ángel entre los años 1498 y 1499. Se trata de un bulto redondo, que puede observarse de todos los ángulos, imponente y majestuoso de unos 1,74 por 1,95 m. Se encuentra en la Ciudad del Vaticano, en la basílica de San Pedro.

Tras una sociedad cansada de la peste negra, las indulgencias y el despotismo, Miguel Ángel, con esta obra, logra poner al amor puro e incondicional como protagonista. Lejos de las bajezas del mundo y la sociedad, nos habla del amor ente madre e hijo, entre la Virgen María y Jesús. La Virgen María, muy joven y bella, sostiene a su queridísimo Cristo que yace muerto. Cristo, con una edad aparentemente mayor que su madre, acobijado por ella, ya sin vida, rendido. La Virgen, que sufre y que acepta a la vez, que sostiene con sus manos y cubre la escena con su manto y sus pliegues. Una madre tierna, tranquila, profunda, protectora. Una madre que sufre, que se aferra y a la vez entrega en el silencio de la oración. 

Esta obra genera admiración, más allá de las diferencias religiosas y culturales. Porque más allá de hablar de la Virgen María y de Jesús, nos habla de la tristeza por el hijo muerto, pero también de la aceptación, de la entrega, de la fragilidad de la condición humana, del silencio y la soledad y del silencio y la oración. Una obra de una riqueza única en sus detalles, en las manos, en los pliegues, en los gestos. Una obra conmovedora que este artista realizó con apenas 24 años.

Miguel Ángel comenzó por escoger personalmente en las canteras de los Alpes Apuanos de la Toscana el bloque de mármol más apropiado para plasmar sus ideas. Para Miguel Ángel en el interior de un bloque de mármol está contenida toda la naturaleza; con lo cual su próximo paso fue quitar todo lo que no perteneciera a su idea hasta ir dándole forma a la Piedad. En ese gran bloque se encontraba la Piedad, su mente y sus manos fueron quitando todo lo que no pertenecía a esta idea ultima.  

Esta obra tuvo un impacto tal, que cuando fue finalizada muchos pusieron en duda que hubiera sido Miguel Ángel el verdadero autor de la misma por su juventud. Por tal motivo esta es su única obra firmada. La Piedad majestuosa y sencilla a la vez, es un icono de los mas profundo de nuestra condición humana.