De Théodore Géricault

 

Esta magnífica obra del año 1818 fue realizada por el pintor Théodore Géricault. Una obra fascinante llena de vigorosidad y movimiento. Icono del romanticismo esta obra está plagada de fuerza que se plasma en las musculaturas, las olas, el viento, las velas y todo lo que en esta balsa acontece. Un momento trágico de la historia que Géricault supo plasmar con vehemencia cuando retrata el naufragio de la fragata “Le meduse” que se sucedió en las costas de Mauritania en el año 1816. Refugiándose en esa balsa, se observan los últimos intentos de estos tripulantes y navegantes para llegar con vida a tierra firme.

“La balsa de la Medusa”

La balsa de la medusa es un óleo que fue pintado sobre lienzo y que tiene un tamaño de 7 metros por 4 metros aproximadamente. Preservado hoy en el Museo del Louvre de París, esta monumental obra representa el momento del naufragio de la Fragata francesa “Le meduse”. Se observa una interesante cantidad de hombres, veinte aproximadamente, batiéndose contra las inclemencias del mar. Algunos yacen agotados o muertos, otros se reclinan exhaustos y pensativos, como entregándose a su inevitable muerte. Otros miran a la costa, moviendo telas y los pocos trapos que le quedan en señal de auxilio. El juego de luces y sombras acentúa el contenido trágico de la escena y la manera en la que Théodore Géricault retrata a los hombres es típicamente renacentista. Se remarcan sus figuras esculturales, sus musculatura y anatomías bien marcadas, y aparece algún que otro desnudo. Todo esto se enmarca en un mar verde agua, pero agitado y un cielo amarillento y nubosos.

El naufragio de “La fragata la medusa”

Con un alto contenido histórico, esta obra retrata un trágico momento de la historia francesa. Este naufragio, en el que hubo sobrevivientes, atrajo mucho el interés de Theodore Gericault, quien decidió retratar la escena. Fue una mezcla entre un interés genuino por lo acontecido en aquel trágico día y una manera de darse a conocer a través de esta obra que, sabía, resultaría llamativa y algo polémica. Géricault investigó durante mucho tiempo, se entrevistó con sobrevivientes, estudió datos técnicos de la balsa, e incluso visitó la morgue para ver los cadáveres. Una inusual manera de preparar una escena para un cuadro. Sea como fuere, fue un éxito, y esta obra, expuesta en el Salón de París en el año 2019 fue un éxito y por ende considerada una de las obras cumbre del romanticismo.

Théodore Géricault fue uno de los más importantes referentes del romanticismo. Fue un aclamado pintor en vida y murió en el año 1924 en París.