La guerra de la independencia española ocurrida entre los años 1808 y 1814 tuvo como protagonista a España que, junto a sus aliados, luchaba contra el dominio francés. Francisco de Goya, como buen pintor español, encontró en su arte una fiel herramienta patriótica para alzarse, a su manera, por su país.
Es así, que, en el legado de este brillante artista español, se pueden encontrar diversas pinturas que, directa o indirectamente, hacían alusión a este evento y a este fiel sentimiento nacionalista por su querida España.
Unas de ellas son los pequeños oleos que se llaman “Pavos muertos” y “Aves muertas”. Son pequeñas pinturas, naturalezas muertas típicas de bodegón que el artista realizó para ser decoración de su hogar. Pinturas oscuras, sobrias, de dos aves muertas, dos gallinas que yacen sobre una mesa en el primer plano de la escena. Su coincidencia histórica y el tema hacen que sea imposible no pensar en su relación directa con dicho conflicto bélico español. Como detalle artístico, cabe destacar la nitidez y detalle con la que Goya logra realizar las plumas de las aves. La escena, las sombras y los típicos colores opacos y ocreas que caracterizan la paleta de este artista.
Hay dos pinturas de Goya que hacen referencia directa a la guerra de la Independencia española sucedida en esos años. Se cree que estos cuadros los realizó el pintor por encargo del Cardenal Luis de Borbón, como una manera de rememorar a los héroes de la guerra. Cabe destacar que esta iniciativa le permitió a Francisco de Goya de hacerse de un dinero necesario ya que se encontraba pasando por una dura situación económica durante el período de la post guerra. Es así que estas pinturas son: “El 2 de mayo de 1808 en Madrid: la lucha con los mamelucos”, y que representa una fecha de vital importancia porque es el primer día en el que se desata el conflicto bélico a partir de la revuelta española. El segundo cuadro: “El 3 de mayo en Madrid: los fusilamientos en la montaña del príncipe Pio” describe el duro fusilamiento que recibieron cientos de civiles españoles en manos de los franceses al día siguiente.
En ambas obras Goya con su estilo logra reforzar la crudeza y barbaridad de los eventos, el horror, el pavor y dolor humano. También logra mostrar la valentía, la fuerza y el patriotismo de los ciudadanos españoles.