Antoni Gaudí i Cornet, conocido mundialmente como Antonio Gaudí,​​​​​ fue un arquitecto español considerado como el más grande emblema del movimiento modernista catalán.

Gran conocedor de la geometría y el volumen sabía dar solución a cuestiones estructurales y a la vez estéticas. Él un gran técnico y creativo a la vez y su razonamiento era tan intuitivo que una vez que pensaba un proyecto, lograba imaginarlo al cien por ciento, omitiendo los planos en 2D y volcándose directamente a trabajar en maquetas que iba moldeando e improvisando con sus manos. Justamente, era un gran hacedor con sus manos, era conocedor de oficios como la cerámica, la herrería, vidriería, carpintería, etc.…Detalles que aportaba él mismo a su obra, que improvisaba o a partir de los cuales dirigía a su equipo.

Gran amante de la naturaleza logró conjugar esta gran pasión con la religión, la arquitectura y su querida Cataluña. Le preocupaba cuál era la estructura ideal y más funcional para cada una de sus obras, encontraba soluciones técnicas insuperables fruto de su mente brillante e incorporando naturaleza, religión y a Cataluña con su don creativo.

Nació un 25 de junio de 1852 en Riudoms, Cataluña. Era el menor de cinco hermanos y su padre era ingeniero, de quien recibió gran influencia. Sintiéndose desde siempre muy interesado por el arte y la construcción, fue un gran amante de su tierra natal y de lo “mediterráneo”. Cinco generaciones de su familia trabajaron en la manufactura de productos de cobre, y fue al observar cómo trabajaban y moldeaban en 3D estas grandes láminas de cobre forjado lo que le posibilitó que desde muy chico tuviera una noción de los objetos como tridimensionales, maleables a los intereses del hombre con gran libertad y creatividad. 

La Sagrada Familia es una de sus obras más increíbles hasta ahora vistas, de dimensiones, detalles y una originalidad única, esta iglesia logra transportar a quién la visita a otro mundo. Utilizando formas helicoidales para dar fuerza al movimiento e hiperboloides para aumentar la luz, esta iglesia es un interjuego de efectos, columnas y luces. Le fue encargada en el año 1883 como una obra ya iniciada, la que continuó y a la vez modificó otorgándole su sello personal. Y así como en la sagrada Familia, Gaudí fue construyendo en innumerables ocasiones obras de toda índole y con diferentes estilos. Cabe pensar en los pabellones de la finca Güell (1883 y 1887) con un marcado estilo oriental, o en el Palacio Episcopal de Astorga de estilo neogótico que se construyó en un período de 26 años y también en el Parque Güell, parque público de Barcelona cuyos jardines conjugados con la arquitectura de Gaudí son de una belleza increíble.

Gaudí será recordado siempre como una de las más grandes y queridas figuras dentro de la historia de la arquitectura, por su ingenio, su amor por la naturaleza y su personalidad y estilos únicos.