Jorge Luis Borges, fue un gran escritor y ensayista argentino (Buenos Aires 1899– Ginebra, 1986). Hijos de Jorge Guillermo Borges, abogado, y Leonor Acevedo Suarez, traductora, tuvo una hermana, Norah, dos años menor que él. Nació en un ambiente enriquecedor donde la lectura fue siempre muy valorada y fomentada. Dotado desde muy pequeño, comenzó a leer y a escribir a los 4 años. Para Borges, un lugar central de su infancia fue la biblioteca de su padre, de quien conserva imágenes y recuerdos muy añorados por él. De pequeño fue un chico brillante, sensible y curioso.

Con sus grandes anteojos y su tartamudeo, tuvo una nefasta experiencia escolar en la Argentina, siendo blanco de burlas constantes por sus compañeros. Fue recién en el año, 1914, cuando viviendo en Ginebra, Suiza, con su familia y escolarizado en un colegio del lugar, logró vivir una experiencia escolar positiva, donde se sintió valorado y estimulado por sus compañeros y maestros. Desde ahí inició un camino de autodescubrimiento y crecimiento personal y profesional para Borges. Comenzó a traducir y escribir artículos a los diez años y desde allí, desarrolló una gran obra que lo acompañó a lo largo de toda su vida. 

Entre sus obras más destacadas se encuentran: “La Biblioteca de Babel” (1941), “Ficciones” (1944) y  “El jardín de senderos que se bifurcan” (1941),que fue uno de sus libros más importantes por el que se le reconoció vastamente y por el que le fue otorgado, ni más ni menos, el Premio Nacional de Literatura. “El libro de Arena” (1975), “El Aleph” (1949),“El Hacedor” (1960), etc. Una obra inabarcable, de grandes libros y múltiples reconocimientos nacionales e internacionales.

La obra de Jorge Luis Borges es brillante, enriquecedora y compleja con un uso de la fantasía magnifico que le permite conjugar fantasía y realidad aleatoriamente, con una sutileza tal que a veces es difícil discriminar en qué momento de esta alternancia se encuentra el lector. Sus libros están cargados de misticismo, filosofía y simbología. Pero existen símbolos particulares que eran de su preferencia y que se repiten en varios de sus libros. A la vez, cuando se hace un breve recorrido por la biografía de Borges, se logra comprender mucha de la simbología elegida para sus cuentos, relatos y libros. No es un dato menor que la ceguera progresiva que heredó de su padre lo motivó a crear símbolos literarios innovadores a través de la imaginación.

El laberinto, cobra un lugar central en su libro “Asterión” y representa lo que para el hombre significa la construcción imaginaria que hace de la realidad y la complejidad que esta última representa. 

En el caso del espejo, es un símbolo que trae consigo la connotación del “otro plano”, la otra forma de concebir la realidad, puesto que no existe una realidad única. Hace referencia al infinito, de la realidad, pero también de la persona, confundiendo realidad y representación.   

El cuchillo o el puñal, fueron muy presentes en su obra cuando lo gauchesco y el compadrito criollo fueron tema de preferencia para él. Simbolizan los retos, la muerte, los duelos, el miedo y a la vez el coraje, la valentía y el destino, tema filosófico muy importante de la condición humana para Borges.

Por último, en el caso de las bibliotecas, su presencia en su obra es mucho más clara. Las bibliotecas fueron algo central en su infancia y su vida adulta, pero también expresan su deseo irrefrenable e inabarcable de saber. He aquí el valor de este símbolo en su literatura, en el que las bibliotecas tienen mucho de laberínticas, mágicas e infinitas.

Su obra fue inabarcable y brillante y su pasión por los libros, las letras y el saber nunca lo abandonó. Su obra expresó el valor de la esencia humana, la complejidad de la realidad y la imaginación infinita típica de aquel que vive sumergido en un laberinto de libros.