Es sabido que, sobre todo, al final de su vida, Leonardo da Vinci comenzó una carrera obsesiva por cuestiones matemáticas y anatómicas. En realidad, su conocimiento del cuerpo humano, sus proporciones y anatomía, queda plasmado en cada una de sus obras.

Hay un bosquejo, mejor dicho, un dibujo, que nos muestran este camino suyo, este recorrido de perfeccionamiento constante y autodidacta. Y esto que parece un estudio interno y personal, como la hoja de un arquitecto, es en realidad uno de los dibujos más conocido de este artista italiano.

Lo cierto es que, en el año 1490, Leonardo da Vinci realizó este dibujo que se conoce con el nombre de “El hombre de Vitrubio”. Básicamente, se trata de un dibujo a mano alzada en tinta, donde da Vinci lleva a cabo un estudio profundo y detallado de cómo son las proporciones humanas como regla general, o quizás, según él, cómo deberían ser. Este dibujo recibe este nombre por que Leonardo Da Vinci se inspiró en unos estudios o texto realizado por un arquitecto romano de la antigüedad, Vitrubio, que realizó un profundo análisis sobre el tema.

Se trata de dos figuras masculinas, desnudas, de frente, con los brazos y las piernas extendidas. Dos figuras con posiciones distintas de este mismo hombre se yuxtaponen, lo que le da al dibujo un matiz interesante. Ambas se encuentran dentro de un círculo y un rectángulo que sirven a la parametrización y a las medidas proporcionales de la figura en cuestión. 

Pero que conclusiones trajo este análisis a Leonardo. básicamente su conclusión principal tuvo que ver con las proporciones “ideales” que debería tener el cuerpo humano y cómo diferentes posturas podían asemejar al cuerpo a figuras geométricas. El cuerpo en proporción al cuerpo, como que por ejemplo un brazo equivale a determinada cantidad de palmas y que determinada cantidad de codos hacen a un pie. Así, una serie de detallas minuciosos que hacen al cuerpo humano de da Vinci y que sin dudas fueron un hito renacentista y un hito en la historia del arte.