Julio Le Parc, el longevo escultor mendocino es un referente actual del op art y el arte visual, del cual se lo considera precursor. Sus grandes instalaciones, conjugan la simetría, el movimiento, la gemoetria y los efectos ópticos. Autor de grandes instalaciones, sus muestras recorren y han estado en todas partes del mundo gozando de fama y reconocimiento mundial. Hoy en su atelier de Francia este artista mendocino mantiene su actitud desenfrenada y vigorosa que lo definen. Exigente con su trabajo hasta el día de la fecha sigue su producción.

El aporte de Julio Le Parc tiene que ver con que su obra, en la segunda mitad del siglo XX, fue completamente innovadora. Seducido por el concepto del mural y del arte op art y cinético, como fue mencionado, su objetivo principal era que el espectador se sintiera parte de la obra, completamente envuelto, sumergido en la misma. Un arte que envuelve, que genera sensaciones e ilusiones óptica. Para ello se valió, y se vale, de todo tipo de herramientas, como espejos de todos los tamaños y formas, luces, hilos transparentes de los que cuelgan diversidad de elementos, circuitos mecánicos que permiten movimientos rítmicos, líquidos de colores, etc…

Entre sus obras mas conocidas vale la pena mencionar a “Luz continua” (1960), “Retrospectiva” (1967), “La inestabilidad” y “El Movimiento” (ambas del año 1964), “Desplazamientos” (1967), “Arte eléctrico” (1973), “Imágenes de América Latina” (1978), entre tantas otras… De su último período y como grandes instalaciones es menester tener presente a una gran instalación en el Centro Cultural San Martin llamada “Desplazamientos”, su obra de las Galerías Pacífico de Buenos Aires y “Verso la Luce”, una gran escultura ubicada en el Castillo de Boldeniga en Italia.

 

Le Parc pivoteó a lo largo de su carrera tanto por la escultura e instalaciones como por la pintura. En su primera etapa la escultura fue su principal actividad, fundando un movimiento a poco de instalarse en Francia que se denominaba GRAV (Groupe de Recherche d’Art Visuel). Pero con los años, cuando este grupo quedó disuelto comenzó a dar más tiempo también a la pintura, siempre con el lema del efecto visual. Apoyándose en esto, en las formas, la geometría y el uso de únicamente catorce colores, lo que le permitió el desarrollo de un estilo único y distintivo.

Fue premiado a largo del tiempo por numerosas instituciones en todo el mundo.