Jackson Pollock fue un muralista estadounidense conocido por sus grandes murales pintados en lienzo a través de técnicas como el verter y salpicar pintura: el “dripping”. Para Pollock las técnicas tradicionales del caballete y pincel resultaban estancas y luego de diversas influencias en su vida llegó a definir su estilo tan particular: el “action painting” o pintura en acción.

Nació en el año 1912 en Wyoming, Estados Unidos. Si bien su apellido real es LeRoy, utilizó el apellido Pollock, apellido de sus padres adoptivos quienes lo adoptaron luego de que sus padres murieran. Ambas parejas eran vecinas.

¿Cómo pintaba Pollock? Pollock tuvo principalmente dos grandes influencias en su pintura. Por un lado, la de los indios Navajos, y por el otro, la de los muralistas mejicanos. El trabajo de agrimensor de su padre le permitió recorrer el territorio americano en diversas ocasiones, lo que le hizo familiarizarse con los indios Navajos. Los indios Navajos viven al suroeste de los Estados Unidos, son indios pacíficos con una gran cultura religiosa cargada de simbolismos.

Aun hoy en día, y años atrás cuando Pollock tuvo oportunidad de acercarse a sus ritos y costumbres, los rituales y las danzas circulares como unión entre los terrenal y el más allá son muy importantes para ellos. Fue de gran impacto para Pollock, observar a los indios danzar, rendir culto y dibujar en arena símbolos con objetivos religiosos y curativos.

De los muralistas mejicanos, como José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, Pollock aprendió otras técnicas de pintura que prescindían del típico uso del pincel y del caballete.

Entonces, para Pollock, el pintar se convirtió en poner el cuerpo en acción y los materiales también. Ubicaba un gran lienzo sobre suelo, sobre una superficie dura y resistente que pudiera resultar da apoyo. Y después paulatinamente comenzaba a moverse alrededor de la obra e incluso a pararse y meterse en ella misma. Con el uso de pinceles duros, varas, jeringas, arena y resinas sintéticas, iba mezclando los colores de diferentes formas y en diferentes ritmos.

Tal como los chamanes Navajos y los indios en sus danzas volvían lo terrenal y lo divino una sola cosa a través de sus ritos y danzas, Pollock se movía y unía su cuerpo y experiencia con el de su obra. De ahí el action painting. Pollock comenzaba una especie de ritual que lo enajenaba y sin ideas previas permitía que la obra fuera fluyendo de él, sin preconceptos.

Y tal era su interés por evitar las ideas previas, que finalmente decidió numerar sus obras en vez de titularlas, para evitar que justamente su nombre lleve a las personas a atribuirles un significado preconcebido. Para él, los números no dan información de significados con lo cual todo el significado que el observador ve en la obra es el resultado del interjuego de la obra con el espectador.

Pollock murió en el año 1956 en un accidente automovilístico. Manejaba alcoholizado y ese accidente fatal fue el broche final de años de luchar contra esa adicción. Sus obras hoy en día siguen siendo valoradas mundialmente para quienes aprecian su técnica.