Convertido en uno de los más grandes referentes del expresionismo austriaco y el expresionismo en general, este artista y también escultor fue una figura atrapante, intrigante y mística. Con un espíritu crítico y revolucionario desde sus comienzos, el joven artista se erigió como una joven promesa y el discípulo predilecto de Klimt. En su corta vida (1890-1918) produjo cantidad de obras, pinturas y dibujos, retratos y autorretratos en los que delimitó un estilo personal de audacia, firmeza y expresividad.

Sus trazos eran firmes y en sus líneas gruesas y acabadas lograban dar expresividad a las figuras como quien diría, sin prisa pero sin pausa. Es que en su hacer no había altos, correcciones o retrocesos, sino que una vez que Schiele empezaba a dibujar no frenaba, sin importar que el modelo cambiara de posición, que algo no saliera como lo esperado o que algo aconteciera. La línea cobraba vida por si misma, con el mismo ímpetu y pujanza que su mano dueña y no frenaba hasta no completar su fin último, la obra. 

La academia de bellas artes de Viena le resulto opresiva, rígida y dogmática, por lo que al salir de allí fundo su propio centro llamado Grupo Nuevo Arte. Junto a Gustav Klimt conformó la Secesión Vienesa.

Sus cuadros tienen a la persona como protagonista, el fondo se confunde con un espacio despojado y vacío cuyo único fin es envolver al o a los protagonistas. El color tiene un uso particular, pleno e intenso, no es utilizado de manera realista sino con fines expresivos. La tensión psicológica se observa en mucho de sus personajes: mujeres desnudas, parejas de amantes, madres de hijos sufrientes. Obras como: “Madre con dos hijos” (1915-1917), “Pareja sentada” (1915,  “La muchacha y la muerte” (1915), “Muchacha desnuda con el pelo negro” (1910) y “La familia” (1918).

Todas obras donde el desnudo, la figura y el trazo cobran importancia. El factor psicológico y lo relacional también son protagonistas. En “La muchacha y la muerte” retrata con expresividad y dolor la muerte de una joven, que se supo fue su amante Wally quien murió en la guerra como miembro de la cruz roja. Previo a eso, él la había dejado para contraer nupcias con una joven más acomodada, Edith. En la obra se observa la tensión entre los amantes, la ambivalencia y la angustia por la separación y la muerte se expresan con fuerza a través de la línea y el color.

Egon Schiele fue un defensor de la expresión libre y del arte sin límites, “a cada época su arte y al arte su libertad” decía. Murió en el año 1918, a la corta edad de los 28 años, al igual que su maestro, Klimt, en manos de la pandemia de la gripe.