El término “Kafkiano” describe a aquellas cosas que se consideran absurdas, ilógicas y angustiantes. Kafka fue creador, sin saberlo, de una terminología, de un estilo.

Cabe preguntarse, no obstante, si habrá sido Kafka consciente del impacto que su obra tuvo en la literatura. Al parecer no. Sus escritos consisten en relatos de lo absurdo, lo ilógico y de situaciones paradójicas y desesperantes cargadas de un profundo contenido psicológico. Cómo pudo alguien con tan poca estima hacia sí mismo y tal distanciamiento de la sociedad ser a la vez un ser tan sensible al captar las profundidades más complejas del psiquismo.

Franz Kafka nació en Praga en el año 1883. Provenía de una familia judía de clase media conformada por seis hermanos, él era el mayor. Sus dos hermanos varones murieron a edad temprana y sus hermanas, las tres de ellas, murieron durante el Holocausto. Su padre fue estricto con él y su educación. De talante severo, autoritario y distante marcó en su personalidad y su obra un matiz muy particular.  Fue recién alrededor del año 1912 que Franz Kafka comenzó a escribir más metódicamente. Previamente, en el año 1906, se había doctorado en leyes por insistencia de su padre, pero su vocación por las letras pudo más. Nunca consideró su obra de gran valor y muchos de sus escritos se hicieron públicos muy a su pesar.

Lo cierto es que lo interesante de su obra es la mezcla de elementos realistas y fantásticos a la vez. Lo absurdo, lo desesperante, la soledad y la incomprensión, la impotencia, el sentimiento de culpa, la complejidad de las relaciones paternofiliales, la burocracia, etc.… son temas que recorren su obra de manera permanente.

“La metamorfosis” es una de las novelas más clásicas de Kafka, escrita en el año 1915. Esta novela breve, relata los cambios que sufre su personaje principal, Gregorio Samsa, al irse convirtiendo paulatinamente en un insecto. La metamorfosis alude a los cambios grotescos que sufre el personaje, repentinos, fantásticos e incomprensibles. Los sucesos ocurren entre la fantasía y la vida cotidiana en un sinsentido que pone en evidencia lo paradójico de la condición humana.

Cada una de sus obras es tan particular que tiene múltiples interpretaciones. Hay quienes dicen que la metamorfosis narra los cambios, el rechazo, la culpa y el hostigamiento físico y psicológico que va sufriendo este personaje por parte de sus padres y hermana a partir de su nueva condición de insecto.  Pero también describe como su familia se transforma, a partir de su cambio de rol, de su imposibilidad de sostener económicamente a la familia que se ve obligada, por ende, a salir a trabajar.

Entonces no sólo cambia él, sino todo el sistema familiar y se suceden nuevos roles, vínculos y trampas psicológicas. Gregorio muere y al final “su hermana florece” describe la novela, otro claro ejemplo Kafkiano de que, en sus obras, como en la vida, muchos equilibrios son parte de una díada perfecta e imperfecta a la vez.