Controvertido como pocos otros artistas, Andy Warhol marcó el mundo del arte del siglo XX. Marcado por una infancia turbulenta, nació en 1928 en Pittsburg. Hijos de inmigrantes polacos, nació en un suburbio muy pobre en medio de un gueto de europeos, muy religiosos y practicantes. 

Justamente, su primer acercamiento al arte fueron los íconos. El concepto de íconos trasladado al mundo moderno sería un sello distintivo de su obra. Él era más bien débil, con problemas de salud y de piel. Fue durante sus largas estancias en su casa, en soledad, que empezó a acercarse al arte: el dibujo y el cine. Hollywood, un mundo que lo deslumbraba y al que quería acercarse. Años más tarde, graduado de diseñador viajó a New York, en donde trabajó para casas de publicidad y ropa obteniendo sus primeros premios por sus creativos dibujos y diseños. 

En esa gran ciudad, se empapó del arte, se manifestó abiertamente homosexual desde un principio y marco un hito desde aquella época. Influenciado por el pop art, empezó a pintar objetos que veía en su trabajo, objetos banales, objetos de consumo masivo. Su primer gran obra en este sentido, la botella de coca cola se vendió por 1 centavo, hoy vale 57 millones de dólares. “Yo hice coca cola, soy el inventor”. Es que en cierto punto él fue un creador de íconos, ser pintado por él, era ser llevado a un podio muy especial. Luego del éxito de coca cola realizó otros encargos que llegaron a la fama. Y así, fue retratando a grandes figuras de Hollywood como Marilyn Monroe y Elisabeth Taylor, reproduciendo el mismo dibujo como en una serie variando los colores al estilo Por Art. 

En la última época de la vida se volvió un pintor de encargos. Creaba en su estudio “The factory” rodeado de artistas y admiradores, lugar central de la creatividad artística “underground” de new york. Tímido y retraído rehusaba al contacto, era el observador y fotógrafo de las fiestas que se daban en su taller.

El Pop Art, movimiento artístico nacido en Inglaterra en los años 50, trató de ofrecer un arte distinto al de los grandes museos. Los artistas retaban al arte tradicional, buscando un público abierto y popular. Reiteraban los conceptos y usaban la técnica de serigrafía con el propósito de empobrecer el objeto a modo de parodia de como lo hacía la economía de consumo generando un efecto casi tragicómico al ridiculizar al objeto y el espectador.

En el caso de una de sus más grandes obras, el retrato de Marylin Monroe se repite en color y en blanco y negro. Es un acrílico realizado en el año 1962, muy cercano a la muerte de esta gran artista. Es un retrato de una de las mujeres mas bellas del mundo, la pinta como poco las veían en ese momento y a la vez parece proyectarla en otra dimensión. Ella se volvió a un personaje mítico gracias al retrato de Warhol. Diseñador, creador, fotógrafo, artista, controvertido, voyerista. Un ser que incomodaba y era un genio a la vez.