William Turner fue uno de los más grandes acuarelistas de la historia. Este artista ingles fue un notable dibujante y referencia para quien se adentre al mundo de la pintura sobre acuarelas. La gran mayoría de sus obras son preservadas en el Tate Museum de Londres y otras en colecciones privadas.

William Turner, nacido en el año 1775, acompañó junto a su arte los cambios que en el arte se estaban dando. Por tal motivo, a lo largo de las cinco décadas en los que se dedicó a su extensa obra, fue evolucionando su técnica. Entre sus pasajes franceses e ingleses, sus cielos y mares y sus lindísimas escenas también interiores, fue mostrando en sus pinturas una evolución en el dibujo y una búsqueda de colores cada vez más luminosos y saturados, sobre todo a partir del cambio de siglo, formando parte de un movimiento más de estilo romántico. De su periodo inicial se destaca su acuarela “Richmond, Yorkshire: Estudio de color”, del período en el que solía trabajar mucho sobre planos y obras arquitectónicas de donde vivía.

Del análisis de muchas de sus pinturas puede desprenderse que es un real precursor del arte abstracto, jugando con la luz, el color, la difuminación, los matices y la abstracción de la forma. Cabe citar en este punto dos de sus obras: “Naufragio”, en el que, mezclando azules, celestes, verdes y blancos el artista logra una sutil escena marítima. Otra obra de estilo abstracto es “Castillo de Bamburgh, Northumberland”. Acá la rigidez de la línea de edificio se ve suavizada por los matices del color y la abstracción por delante, realmente una obra de vanguardia para su época.

Una de sus más representativas obras es la escena interior que se titula: “Mujer anciana en la cocina de una cabaña” del año 1795. En esta pintura, la que primero dibuja en grafito para luego pintar, se observa una lindísima escena interior, a la derecha una anciana arrodillada en el suelo en posición de trabajo, una serie de cuencos y vasijas la rodean, formando una lindísima escena, con una luz muy tenue en la gama de los marrones y los ocres. Cada detalle está excelentemente bien logrado, cuestión compleja con las acuarelas y lo que demuestran la versatilidad y la amplitud temática de este artista.