El altar de Pérgamo es una inmensa escultura realizada en el año en el año 180 antes de Cristo. Se encuentra situado en la ciudad Berlín, Alemania, pero en realidad fue realizada en la ciudad y acrópolis que lleva su nombre, Pérgamo. Pérgamo fue una antigua ciudad griega ubicada en lo que hoy es Turquía, a pocos kilómetros del Mar Egeo.
Ubicada hoy en el museo de Pérgamo, esta está ubicada sobre un altar y su tamaño es tal que es de 10 metros de alto por casi 100 metros de largo. Fue realizada en más de 20 años. Se trata de una obra única y realmente titánica. En la que a través de una gran escultura como en fresco se logra ir visualizando diferentes figuras de Dioses en una lucha heroica contra los gigantes.
En el siglo XIX, luego de pagar una considerable suma al imperio otomano, lograron llevar ese fresco a Alemania. Hoy considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad no se encuentra expuesta ya que está atravesando ciertas tareas de restauración.
Esta monumental escultura representa a los dioses luchando contra gigantes. En una batalla cuerpo a cuerpo se representa lo mas puro del movimiento helenístico, periodo al que esta obra, por muchas de sus cualidades, fielmente representa. Mayormente se cree que este friso fue realizado como un altar que rendía culto a Atenea, diosa griega. Algunas otras versiones no niegan esto, pero creen que también estuvo destinado a venerar al dios Zeus. Pérgamo fue una de las ciudades más relevantes durante todo el periodo helenístico, especialmente después de Alejandro Magno. Allí se construyeron infinidad de monumentos y en ese marco fue construido este monumento. Inicialmente fue realizado elevado y con forma de U. Poseía dos pisos a los que se accedía por escalera.
Las figuras que en él se encuentran representados, tanto la de los dioses como la de los gigantes, con de un realismo excelente. Con un corte muy helenístico, se pueden observar cada detalle, vena, músculo y pliegue de cada escultura. Se puede sentir a lucha y el esfuerzo de quienes se ven inmersos en semejante batalla. Por detrás de ellos, enormes, detalladas y bellísimas se encuentran las alas desplegadas de los dioses. Enmarcan la escena dándole el toque divino y de la superioridad que merecen los dioses.
El altar de Pérgamo es una obra única en lo que es el acervo y patrimonio cultural de la humanidad. Todas las obras que hoy se están realizando son con el fin de preservarlas intactas.