He aquí un cuadro profundo y a la vez sencillo: “La Venta del pescado”. La luz, los blancos, la claridad y el reflejo como protagonistas. Una escena de gran belleza, al aire libre y de gran naturalidad captan la atención del espectador y lo embelesan. 

El cielo, el mar y las velas flameantes de fondo, visibles y claras, pero en segundo plano. Dan marco a estas cinco personas, entre ellas un hombre promediando sus cincuenta o sesenta años, quizás menos pero curtido por el sol y los años de vida en el mar. Cuatro mujeres, sencillas y a la vez relucientes, con sus blancos pañuelos adornando sus cabezas y protegiéndolas, seguramente, del sol que apabulla en aquellas latitudes. Todas visten ropas en colores pastel, camisas lisas o levemente floreadas y faldones celestes o verde agua, que se entremezclan mágica y sutilmente con los colores en movimiento del mar. Las cuatro mujeres se entremezclan, muy juntas, encimadas, como si estuvieran resolviendo algo entre ellas. La mayor, se encuentra cerca del pescador, ¿será la comadre de ellas? Sus manos unidas por el frente, mira hacia abajo, escucha lo que el pescador tiene para decirle, será el precio o la pesca del día. Es sin duda la más anciana, pero lleva la canasta grande y pesada en un costado. Las otras tres mujeres, más jóvenes, traman algo o conversan. La primera de ellas libro en mano, posiblemente anotando las cuentas de la compra en aquella libreta. La segunda observa y la tercera queda por detrás.

Este artista Valenciano (1863-1923) fue un incansable pintor, dejando en su legado cantidad de obras que hoy se exponen en todo el mundo y muchas en España o en el Museo de Sorolla en Valencia. Esta obra en particular es un óleo sobre lienzo de un tamaño de 93 x 126 cm y se encuentra expuesto y preservado en la Diputación Provincial de su ciudad natal. Este impresionista fue un gran maestro de la luz. Acompañó el paso de este movimiento para luego ser considerado postimpresionista. Sus escenas marítimas, al aire libre, realmente son conmovedoras y de gran estética. Esta es sin duda una de ellas. El mar de fondo, la simpleza de aquellas cinco personas, la vida cotidiana en primer plano, el movimiento del agua y las velas, la pureza de los pañuelos, la piel curtida del pescador, …son todos grandes conquistas a través de los detalles que logra este aclamado pintor español.