La pequeña y deslumbrante isla de la Cité ubicada en Paris, alberga a ni más ni menos la Catedral de Notre Dame. Esta catedral, rodeada por las aguas del rio Sena y cuyo nombre original en francés es Cathédrale Notre-Dame es una catedral católica y es la sede de la archidiócesis de París. Fue construida y dedicada a la Virgen María y es uno de los centros de referencia para todo aquel que visite Paris. Su particularidad proviene de su estilo gótico, particularmente por la forma innovadora en la que la bóveda de crucería fue realizada, se encuentran en ella enormes rosetones de colores fuertes y marcados. Plagada de esculturas, por lo general de corte naturalista, esta catedral es un culto al catolicismo y al arte y la estética también.

La planta  esta catedral es una planta conocida con el nombre de  cruz latina y se encuentra orientada hacia el Occidente. Notre Dame posee cuatro naves centrales y su cruz incrustada en el edificio y coronada por el coro. Está rodeada por un espacio de deambulatorio.

La historia de esta catedral es igual de compleja que su arquitectura y decoración. Fue construida en el año 1163, en realidad su construcción llevo casi 100 años, 97 años para ser más precisos y logró ser finalizada en el año 1260. Fue modificada en varias ocasiones de su historia, por refacción, por modernización, etc. En el año 1790, y en los años posteriores también, luego de la revolución francesa, la catedral sufrió daños y continuos robos. Gran parte de las imágenes religiosas y de culto fueron profanadas. No fue hasta años más tarde que volvió a manos del catolicismo.

Pero fue de la mano de otro artista, de Victor Hugo, que a partir de su novela Nuestra Señora de París en la que utilizaba a Notre Dame como el escenario en el que se situaba la historia logró aumentar el interés y atención que la gente y el gobierno francés prestaba a dicha iglesia.

Así se encargó al arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, su restauración en el año 1845. Esta restauración osada incorporó novedades como una aguja de 96 metros de altura y las famosas quimeras de sus techos. Recientemente, en el año  2019, el edificio sufrió daños significativos a causa de un incendio que destruyó lamentablemente gran parte de los techos y la original aguja central se cayó. Pero Notre Dame sigue en pie y permanecerá siempre y seguirá mutando, eso sí, por los motivos que fuere.