Un pintor neerlandés inspirado por la vida de puerto

Es lógico entender que la vida de cada artista es su mayor inspiración a la hora de elegir los temas de sus obras, ya sea pintura, escultura, grabado, etc… Ya sea que vivan en el campo, o en la ciudad, o se rodeen de cortesanos y reyes o de gente de puerto y trabajadores. La vida que nos rodea es fuente de inspiración y así mismo sucedió con este aclamado pintor neerlandés Kees Van Dongen. Sus inicios pictóricos coincidieron con que su lugar de residencia era el puerto de la ciudad de Rotterdam. Allí entre mujeres que dedicaban su vida a la prostitución y hombres que realizaban todo tipo de trabajo portuario Van Dongen fue forjando su estilo. Por ende, no ha de sorprender que sus primeros cuadros los tengan a ellos como protagonistas. Y sería luego su vida en París, las mujeres elegantes y la vida nocturna lo que también sería fuente de inspiración para sus retratos.
Kees Van Dongen
Kees Van Dongen nació en el año 1877 en Rotterdam y murió a la edad de los 91 años en Montecarlo. Se nacionalizó francés luego de dejar sus primeros años como artista e ilustrador en su país natal. En París desarrolló una buena carrera moviéndose entre el fauvismo y el modernismo. Pintó paisajes y retratos, sobre todo retratos de la clase alta.
La Parisienne
Esta obra, La parisina también es conocida como La dama con el perro. Se trata de una obra, de un óleo sobre lienzo realizada en el año 1910, cuando Van Dongen ya llevaba más de una década viviendo en la ciudad de Paris. En esta obra se vislumbra a una elegantísima mujer, alta y delgada, que lleva un ceñido vestido negro al cuerpo y un aún más elegante sombrero, también negro con un gran detalle de plumas todo alrededor. Todo en su figura es monocromático, es negro o blanco desde la cabeza hasta sus pequeños pies con tacones. No se ve su rostro ya que ella estaría mirando hacia abajo y el ala del gran sombrero la cubriría entera. De fondo un gran paisaje de plaza parisina, todo apunta la simetría, la forma sinuosa de la mujer y pequeñas otras formas que se van conjugando armónicamente hacen que esta obra parezca muy moderna para su época de realización. Otras líneas rectas y el aporte del pequeño perro dando equilibrio a la imagen acentúan sin duda esta idea en la que la expresión y lo moderno empiezan a confluir.