De Pedro Velázquez

 

Nuevamente, el famoso pintor español Diego Velázquez, deslumbra con una obra barroca, realista y de luces tenues, muy a su estilo y muy de su época. La Venus del espejo es un llamativo óleo en el que este artista se anima a representar a Venus, la Diosa del amor, junto a su hijo cupido, de manera realista, natural y despojada de ciertas tradiciones y hasta clichés mitológicos. Por eso, esta obra, aparte de su magnífica técnica y estética, es un emblema del estilo pictórico de Pedro Velázquez, en la que en sus últimos años de labor aún sigue produciendo obras de gran contenido simbólico y representativo. 

La Venus del espejo

Muchas teorías sostienen que La Venus del espejo fue realizada en el último tiempo productivo de Pedro Velázquez. La fecha exacta que los expertos se atreven a dar es del año 1647. Si bien hay otras que disienten, muchos detalles de su técnica apuntan a esto. Se trata de un óleo sobre lienzo que se encuentra preservado en la National Gallery de Londres.

En la escena se la observa a la Venus de Milo representada desnuda y de espalda sobre una cama. Enfrente de ella un espejo, que sostiene su pequeño hijo, Cupido. De colores tenues y luces sombrías, aparecen algunos colores como el azul de la colcha o el rojo del telón de fondo. Venus aparece en una actitud relajada y su rostro se observa gracias a lo que el espejo refleja. Muy distinta a la típica Venus en su postura, sus gestos y su color de pelo oscuro.  Cupido, paradójicamente, tampoco posee ni su arco ni su flecha. Se sabe que es Cupido por asociación con Venus, pero lejos de la clásica imagen que conoce de él, con una actitud activa y risueña, este está más pasivo, expectante y algo triste. Sostiene una cinta rosa alrededor del espejo, símbolo de que el amor, quizás, sucumbe a los encantos de la belleza.

El barroco

La Venus del espejo ha sido catalogada como una típica obra de estilo barroco. El barroco español propiamente dicho se ubica entre los siglos XVII y parte del siglo XVIII. Al igual que en esta obra, se observa un interés por lo realista, lo naturalista y un particular uso de la luz llamado tenebrista, es decir tenue tirando a oscura. 

Diego Velázquez fue sin duda uno de los más grandes pintores de nuestra cultura universal, gran representante de lo español. Autor de magníficas obras como Las meninas, clásico de los clásicos, Francisco de Herrera el viejo, La adoración de los magos y Vieja friendo huevos.