Édouard Manet y la noche Parisina

La noche parisina tiene enigma y encanto. Intelectuales, artistas, bailarinas, trapecistas, poetas, etc…recorrían sus calles y tabernas y encontraban en la noche de París un momento de encuentro, de jerga y de intercambios. Así lo atestigua el Bar de Folies Bergere, una clásica taberna de París de los años 1800 donde todo esto sucedía. En sus mesas y entre sus paredes, se sucedían una gran cantidad de personajes que pertenecían al mundo del arte y el espectáculo de aquella época. Édouard Manet, el conocido pintor francés impresionista, fue una de estas figuras. Manet frecuentaba este bar y tenía mucho cariño por él. Tanto que, en una de las tantas noches contemplativas, sentado en una mesa, decidió, como buen impresionista, capturar la escena. 

El ritmo del Bar de Folies Bergere, como el de todo bar, impedía que Manet retratara la escena como un impresionista solía hacerlo, in situ. No obstante, este artista logró hacer un bosquejo para luego llevarlo a su atelier y seguir pintando. Lo mismo hizo con la modelo, Suzon, quien, si bien era del bar, fue a su atelier donde posó para Manet.

 

La obra “Bar Folies Bergere”

Esta obra fue realizada por Édouard Manet en el año 1882. Hoy se encuentra preservada en la ciudad de Londres, específicamente en el Courtauld Institute of Art. En esta escena se observa una típica noche y un clásico rincón del Bar de Folies Bergere. La modelo y mosa, Suzón, se encuentra en primer plano, detrás de la barra, observando directamente al espectador, o al artista. El mármol de carrara de la mesada de la barra divide la escena y la encuadra. Detrás, Suzon con un ajustado vestido negro de terciopelo que se conjuga un escotado cuello blanco de gasa transparente. El pelo lacio, le cae sobre el rostro. Enmarca a la modelo una serie de botellas dispuestas alrededor y la cantidad de personas finalmente retratadas por Manet que se logran ver gracias al espejo, al igual que la gran lámpara de cristales. A su derecha, un elegante señor de traje y galera. Las noches en el Bar de Folies Bergere eran concurridas, ruidosas y alegres. Este cuadro lo demuestra.

Se trata de una obra típicamente impresionista, por el trazo, el uso del color y la luz. Aquí sin embargo la luz tiene un trato especial, pues aquí el artista refleja la luz de noche.

Manet fue uno de los pintores impresionistas más reconocidos, en su época y posteriormente. Esta obra fue una de sus últimas obras, puesto que murió a los pocos meses producto de una enfermedad crónica que lo aquejaba hacía tiempo. Murió en 1883.