Cuando se piensa en qué es el arte, se piensa en todo aquello y toda actividad que implica hacer algo, con fines estéticos lógicamente, para expresar, representar y comunicar algo, como una idea, un pensamiento, un sentimiento, una experiencia, etc…. Como tal el arte no es ajeno a una época ni a una geografía, con lo cual inherentemente se ve atravesado por ellos. Entonces, desde esta línea, es posible pensar y reflexionar sobre la cantidad de objetos que atraviesan nuestras vidas que son reales piezas de arte. 

Una de ellas, es la famosa “Historia de Babar”. El Rey Babar, el famoso elefante de Jean de Brunhoff se convirtió desde su nacimiento en un clásico de los más clásicos, que ha atravesado generaciones y poblado la imaginación de chicos y grandes. Babar es una exquisita obra gráfica y literaria de Jean de Brunhoff quien fue uno de los más aclamados ilustradores franceses. Nacido en Francia en el año 1899 se casó y tuvo dos hijos, Laurent y Thierry. Cuentan que uno de aquellos días, su mujer, Cecile, le contó una historia de un elefantito a los niños. Jean adaptó aquella historia y la ilustró, dándole vida a Babar y luego a todos los otros personajes. Babar, Celeste, Zefir, Alexander, Cornelius, etc.…En vida Jean de Brunhoff llegó a escribir, ilustrar y publicar 7 libros, hasta el año de su muerte en el año 1937. Posteriormente, su hijo Laurent, continuó su obra con sucesivos libros hasta el día de hoy.  Por su parte Thierry fue un aclamado pianista, hasta dejar la música y convertirse en monje y dedicar su vida a Dios.

La obra de Jean de Brunhoff: “La Historia de Babar” es una verdadera obra de arte. Abrir este álbum ilustrado es transportarse a la vida de este pequeño elefante, quién en a través de un inicio muy trágico empieza a vivir una serie de aventuras y así desplegar sus dones, amistades y proyecto de vida. Babar, quien pierde a su madre en manos de los cazadores, viaja a la ciudad, donde aprende y se cultiva con “la vieja señora” desde allí vuelve para convertirse en Rey y casarse con la elefanta celeste. Todo en esta historia es estético, cada dibujo, el uso del color, las escenas, la selva, las vestimentas de los elefantes y animales. La historia dirigida a niños, cautiva a los propios padres, donde su rol de padres y madres de tres niños esta pareja de elefantes cría con tanto amor. Las aventuras de Babar son variadas y creativas, a la vez que sencillas e inocentes. 

Todo en esta obra, la caligrafía, la disposición de las páginas, el argumento, la historia y el interjugo con cada gran escena deja suspendido al lector en el mundo de Babar.